Actualizado 29/07/2009 23:16

Líder uigur dice 10.000 desaparecieron en una noche

Por Chisa Fujioka

TOKIO (Reuters/EP) - Alrededor de 10.000 uigures involucrados en violentos disturbios en la región de Xinjiang, en el noroeste de China, desaparecieron en una noche, dijo el miércoles la activista uigur exiliada Rebiya Kadeer, llamando a una investigación internacional.

La visita de Kadeer a Tokio fue condenada por China.

El vice canciller citó al embajador japonés en Pekín para expresar el "fuerte descontento" de China y para "exigir al Gobierno japonés que tome acciones efectivas para detener las actividades anti-China y separatistas de la mujer en Japón", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores.

En la peor violencia étnica en Xinjiang en décadas, los uigures atacaron el 5 de julio a los chinos de la etnia han en la capital regional de Urumqi luego de que la policía intentó disolver una protesta contra fatales ataques a trabajadores uigures en una fábrica en el sur de China.

Los chinos han en Urumqi lanzaron ataques de venganza posteriormente esa semana.

"Las cerca de 10.000 personas (uigures) que estaban en la protesta, desaparecieron de Urumqi en una noche", dijo Kadeer en una conferencia de prensa en Tokio mediante un intérprete. "Si están muertos, ¿dónde están los cuerpos? Si están detenidos, ¿dónde se encuentran?", preguntó.

La líder llamó a la comunidad internacional a enviar a un equipo de investigación independiente a Urumqi para descubrir los detalles de lo que había ocurrido.

La cifra oficial de muertos por los disturbios es de 197, la mayoría de los cuales eran chinos han que forman la mayoría de la población china de 1.300 millones de habitantes. Casi todos los otros eran uigures, un pueblo musulmán nativo de Xinjiang con lazos culturales con el centro de Asia y Turquía.

Más de 1.000 personas fueron detenidas luego de los disturbios y más de 200 más en los últimos días, dijeron medios estatales. Nadie ha sido acusado públicamente.

China ha acusado a Kadeer, quien vive en el exilio en Washington, de provocar los disturbios y de difundir información incorrecta.

El Gobierno chino sostuvo que unas fotografías que ella dijo que fueron tomadas en Urumqi en realidad eran de un incidente no relacionado en otra parte del país.