Actualizado 23/04/2018 08:54

Linchan en Perú a un canadiense acusado de matar a una líder indígena

Olivia
TWITTER @ONAMIAP

   LIMA, (Reuters/Notimérica) -

   Un canadiense ha sido linchado en la región amazónica peruana después de que los residentes de una aldea le acusaran de matar a una curandera de 81 años de edad el día anterior, según ha infomrado este domingo un portavoz de la oficina del fiscal.

   Olivia Arévalo, una mujer de la tribu Shipibo-Conibo que usaba métodos de curación tradicional, recibió dos disparos y murió el jueves cerca de su casa en la región amazónica de Ucayali, ha declarado Ricardo Palma Jiménez, jefe de un grupo de fiscales de Ucayali.

   Algunos residentes habían atribuido el asesinato de Arévalo a Sebastian Paul Woodroffe, un ciudadano canadiense de 41 años que vivía en la región, y quien se creía había sido uno de sus clientes, dijo Jiménez.

   La policía halló el cuerpo de Woodroffe enterrado a alrededor de un kilómetro de la casa de Arévalo este sábado, después de que una grabación de video de teléfono celular del linchamiento del viernes fue compartida en las redes sociales, ha afirmado Jiménez.

   El video muestra a un hombre gimiendo en un charco cerca de una estructura con techo de paja mientras otro hombre le coloca una soga alrededor del cuello y lo arrastra, ante la mirada de otros.

   Jiménez ha detallado que los fiscales estaban explorando varias hipótesis relacionadas con el asesinato de Arévalo y que era demasiado pronto para nombrar sospechosos en el caso. No hubo arrestos aún en relación con la muerte de Woodroffe, ha agregado.

   "No descansaremos hasta que ambos asesinatos, el de la mujer indígena además del hombre canadiense, se hayan resuelto", ha declarado Jiménez, en una entrevista telefónica.

   Jiménez ha apuntado que el hombre del video era Woodroffe y que una autopsia de su cuerpo ha mostrado que él había muerto por estrangulación después de recibir varios golpes en su cuerpo.

   La muerte de Arévalo había desatado la indignación en Perú después de otros asesinatos sin resolver de activistas indígenas que habían enfrentado amenazas de muerte en reiteradas ocasiones en relación con los esfuerzos para impedir el acceso de leñadores ilegales y productores de aceite de palma a sus tierras nativas.