BUENOS AIRES, 25 Ene. (Notimérica) -
Amplia oferta de empleo, sueldos elevados, salud y educación gratuita y una adecuada política migratoria que facilita la radicación han hecho de Argentina un sueño para cientos de migrantes africanos que desean encontrar una vida mejor que la que les ofrece su país.
Argentina y sobre todo su capital, Buenos Aires, se ha convertido en objeto de deseo de los ciudadanos de algunos países como Nigeria, Ghana, Gambia y Camerún y que en los últimos años han aumentado su presencia en la nación latinoamericana.
Según el censo de 2010, fueron 214 los ciudadanos de esos cuatro países que se registraron en la región según informa el diario 'La Nación.
Los datos de la Dirección Nacional de Migraciones revelan que hasta el primer semestre del año pasado se concedieron un total de 391 permisos de radicaciones a ciudadanos provenientes de esos países, un 82,7 por ciento más.
Sin embargo, las organizaciones no gubernamentales consultadas por el diario argentino estiman que las cifras oficiales no cuentan cerca de 1000 indocumentados.
Ethel es un agricultor nigeriano que decidió vender su casa para pagar los 5500 dólares que requería llegar a Argentina y comenzar su nueva vida. "Lo primero que pensé fue en trabajar en lo que sea, ayudar a mi familia y, de ser posible, traer a uno de mis seis hermanos", relata.
Ahora consigue enviar 400 dólares a su familia que sigue en el país africano gracias a la venta de ropa de mujer cerca de la estación de Once, negocio que consiguió iniciar con la ayuda de unos amigos.
Otros se tienen que conformar con 200 mensuales; algunos más afortunados llegan incluso a los 800. Pero ello supone un duro esfuerzo con jornadas de hasta 12 horas durante los siete días de la semana.
El presidente de la Unión Civil África y su Diáspora, Ackhast Balthzart, señala que uno de los principales problemas de los nuevos migrantes es la dificultad para acceder al certificado de antecedentes penales en su país de origen, uno de los requisitos para conseguir el documento nacional de identificación.
Conseguir ese documento puede tardar hasta un año y la tarea es aun más complicada para los que proceden e Gambia, Camerún y Ghana, ya que no tienen representación diplomática Argentina.
Además, muchos de ellos no figuran en las estadísticas de ingresos o residencia en el país porque entraron a través de puntos fronterizos clandestinos.