Publicado 22/04/2019 15:10

La malaria ha matado a más de la mitad de la población que ha habitado el planeta

La malaria ha matado a más de la mitad de la población que ha habitado el planeta
MEDICUS MUNDI - Archivo

   MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -

   La malaria, enfermedad conocida desde hace más de 30 millones de años, ha matado a más de la mitad de la población que ha habitado el planeta, según ha comentado MedicusMundi con motivo de la celebración, el próximo 25 de abril, del Día Mundial contra la enfermedad.

   Sin embargo, actualmente sigue siendo un problema global, y algunos de los grandes avances conseguidos, como es la reducción de su tasa de incidencia de 73 a 63 casos por cada 1.000 habitantes en riesgo, se están ralentizando en los últimos años.

   De hecho, la organización ha avisado de que menos de la mitad de los países que sufren la transmisión de la enfermedad están en el camino de conseguir los objetivos prioritarios para reducir las muertes y la morbilidad causada por esta enfermedad.

   En 2017 se alcanzaron los 216 millones de enfermos, 5 millones más que en 2016, y la mortalidad derivada de esta enfermedad estuvo en 416.000 personas, cifras prácticamente iguales a las de 2015. El 90 por ciento de las personas enfermas y de las muertes por malaria se producen en el África subsahariana. Además, 15 países, 14 en África y uno en Asia (India) registran el 80 por ciento de la carga mundial de esta enfermedad.

   "Si bien las causas de este estancamiento, que pone en serio peligro cumplir con los objetivos propuestos por la OMS en su 'Estrategia técnica global contra la malaria 2016-2030', son atribuibles a diferentes factores, una vez más destaca el incumplimiento de los países a la hora de aportar los fondos comprometidos para prevenir, tratar y diagnosticar esta enfermedad", ha dicho MedicusMundi.

   El objetivo establecido para 2020 es alcanzar los 6.500 millones de dólares de inversión y, si se tiene en cuenta que en 2016 se destinaron 2.700 millones de dólares, a juicio de la organización es "poco probable" que se alcance el objetivo de inversión fijado y, por consiguiente, se avance en la reducción de la enfermedad.

   La baja inversión es uno de los factores que explicarían el hecho de que solamente el 54 por ciento de las personas en África subsahariana en riesgo de contraer malaria duerman bajo mosquiteras, una de las medidas preventivas más eficaces junto con la inversión en mejorar y fortalecer los sistemas sanitarios.

   Los insecticidas que se usan para tratar las mosquiteras empiezan a ser "ineficaces", ya que la capacidad de adaptación del parásito a los tratamientos es muy alta, dado que ha desarrollado resistencia al insecticida usado en la grandísima mayoría de mosquiteras, lo que pone en peligro la efectividad de esta profilaxis.

CASOS PREOCUPANTES: REBROTE EN VENEZUELA

   Venezuela ha sido el primer país certificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por haber erradicado la malaria en la mayor parte del territorio. Transcurridos 70 años, se vive un retroceso terrible con una 'mancha' que se extiende por la mayor parte del territorio, pues los expertos confirman que la cifra de nuevos casos asciende a un millón de personas.

   La razón es, tal y como ha informado la organización, la decadencia del sistema sanitario y su "enorme" retroceso. Desde 2012, el programa de malaria de vigilancia, diagnóstico y control se ha "desmantelado y abandonado paulatinamente" como resultado de la crisis económica y política que sufre el país.

   "Otro caso como el ciclón Idai, el que puede ser el mayor desastre meteorológico sufrido por el Hemisferio Sur hasta la fecha, y será catastrófico para la Malaria en Mozambique, Zimbabue y Malawi. El aumento de enfermedades derivadas de un ciclón de esa magnitud no se sabe todavía qué consecuencias puede acarrear con respecto a las enfermedades trasmitidas de alguna manera por el agua. Pero las previsiones apuntan a un grave aumento de casos de malaria", ha alertado.

   Especial preocupación se cierne ya sobre Mozambique donde la malaria es endémica y donde, según ha detallado MedicusMundi, el agua estancada de las inundaciones será el lugar idóneo para que se reproduzca el mosquito anófeles, y demás que la trasmiten.

   "Estamos proporcionando kits con productos básicos de higiene y alimentación para la población afectada en Sofala, Mozambique. En una segunda fase, colaboraremos con las autoridades del país en la reconstrucción y equipamiento de los centros de salud de Beira, que han quedado muy dañados con el paso del ciclón", ha dicho.

   A pesar de todo, la malaria va en retroceso en América Latina. En concreto, Paraguay ha sido reconocido oficialmente en junio de 2018 por la Organización Mundial de la Salud (OMS/WHO) como país libre de malaria tras pasar siete años sin un caso autóctono y poder hacer frente a la enfermedad en caso de nuevo brote.

   Asimismo, Argentina está en camino de certificar la eliminación de la enfermedad en este 2019 y Belice, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, México y Surinam tienen el potencial de alcanzar la eliminación para 2020. Se trata de países que apuestan por la estrategia aprobada por la Asamblea Mundial de la Salud, la Estrategia Mundial contra la Malaria 2016-2030, en la que se definen "ambiciosos" objetivos destinados a reducir drásticamente la carga mundial de la malaria a lo largo de esos 15 años, así como una serie de metas intermedias que permiten seguir los progresos realizados.

   Una meta fundamental para 2020 es la eliminación de la malaria en un mínimo de 10 países en los que la enfermedad estaba presente en 2015. Para alcanzarla, los países tendrán que notificar cero casos autóctonos en 2020, siendo este el caso de los países americanos anteriormente mencionados.

   "Desde MedicusMundi sabemos que ninguna actividad individual va solucionar la malaria: ni mosquiteras, ni posibles vacunas, ni diagnósticos, ni tratamientos. Debe haber una estructura integral que cubra todos los aspectos, incluso los sociales: la idea no es poner cerca de la población los recursos, sino que los utilicen, y para ello, debe haber una aceptación sociocultural hacia las medidas. Para ello es importante la participación de la población desde que se empiezan a implementar las medidas", ha dicho la asociación.