Actualizado 04/07/2009 18:02

Manifestantes protestan en Italia antes de cumbre G8

Por Ian Simpson

VICENZA, Italia (Reuters/EP) - Manifestantes anticapitalistas se reunieron el sábado en una ciudad italiana que acoge una controvertida base militar estadounidense, en la primera gran protesta antes de la cumbre de las naciones más ricas del mundo la próxima semana.

Los organizadores esperan que 10.000 personas acudan a la manifestación en Vincenza, en el noreste de Italia, lanzada para protestar contra los planes de expansión que convertirían la base estadounidense en una de las mayores de Europa, y de forma más general contra la cumbre del G8, que se celebrará en el país entre el 8 al 10 de julio.

"Lo que tenemos aquí es la democracia del pueblo. En el G8, hay ocho potencias que quieren gobernar imponiendo su voluntad. Eso no es democracia", dijo Marco Palma, portavoz de los manifestantes, a Reuters.

"(El presidente estadounidense) Barack Obama ha dicho que es el hombre del cambio. Aquí en Vicenza no hemos visto ningún cambio", agregó..

Los líderes del Grupo de Ocho países más industrializados y las principales naciones en vías de desarrollo mantendrán conversaciones en L'Aquila, que se centrarán en el estado de la economía mundial, el cambio climático, la regulación financiera, el comercio y el desarrollo.

Los manifestantes anticapitalistas planean una serie de protestas en diferentes lugares contra la cumbre, empezando con la de Vicenza, donde los habitantes se oponen a que se doble el tamaño de la base, que alberga 3.000 soldados.

El Gobierno italiano ha aprobado la construcción de una nueva base de 6.000 metros cuadrados junto al viejo aeropuerto Molin, a las afueras de la ciudad.

Pese al respaldo de Roma, los habitantes de la ciudad han rechazado en un referéndum la ampliación de la base.

Los opositores defienden que la base supone una amenaza para el agua subterránea, es peligrosa para los habitantes y para el centro histórico de Vincenza, un tesoro de la arquitectura del Renacimiento.

Los manifestantes consideran marchar unos 3,5 kilómetros hasta el sitio en construcción, que fue sellado por las autoridades, y colocar banderas con eslóganes contrarios a la base. Unos 1.000 policías fueron desplegados el sábado a lo largo de la ruta.

El primer ministro Silvio Berlusconi quiere evitar que se repita la violencia que empañó la cumbre del G8 en el 2001 en Génova, donde murió un manifestante y muchos más fueron golpeados por la policía.

Los organizadores de la cumbre han dicho que la elección L'Aquila, que resultó gravemente dañada por un terremoto en abril que mató a casi 300 personas y dejó a 60.000 personas sin hogar, deberían desalentar a los manifestantes violentos, en una muestra de respeto por los apuros de los habitantes.

Los manifestantes tienen previsto celebrar una marcha nocturna con velas en la ciudad el 6 de julio, tres meses después de que se produjera el terremoto.

(Traducido por Redacción Madrid, Editado en español por Marion Giraldo)