Actualizado 13/09/2009 06:03

Los más de 600 detenidos en la prisión militar de Bagram (Afganistán) podrán defender su inocencia

NUEVA YORK, 13 Sep. (EUROPA PRESS) -

Las más de 600 personas que el Ejército de Estados Unidos mantiene recluidas en el centro de detención militar de Bagram, en el norte de Kabul, podrán defender su inocencia y conocer los cargos que se le imputan por primera vez desde que fueron detenidos, según han informado fuentes del Gobierno estadounidense y ONG.

En su intento por cambiar la política de detenciones en el extranjero, la Administración del presidente norteamericano, Barack Obama, ha decidido reconocer mayores derechos a los detenidos en esta prisión militar situada en Afganistán, han indicado estas fuentes a los diarios 'The New York Times' y 'The Washington Post'.

Diversos grupos que defienden los Derechos Humanos han denunciado durante los últimos años las condiciones en las que se encuentran los detenidos Bagram, a quienes se les ha privado del derecho a recibir representación legal y ni tan siquiera saben las razones de su encarcelamiento.

El Pentágono asignará en las próximas semanas a cada uno de los presos de Bagram un representante militar (no serán abogados) con el que podrán tratar sus casos. Este delegado podrá recopilar pruebas, tener acceso a material clasificado, entrevistar a testigos y defender los intereses del recluso, indicó un alto cargo de la Administración al 'Washington Post'. El objetivo es crear un sistema "más robusto" que "permita contar su versión a los detenidos", añadió la fuente.

"No queremos retener a ninguna persona a la que no tengamos que retener", señaló un portavoz del Departamento de Defensa al 'New York Times'. "Sólo se trata de hacer lo correcto", añadió bajo condición de mantener su anonimato y sin pronosticar el número de reclusos que podrían ser liberados al presentar pruebas de su inocencia.

Los reos de Bagram, para denunciar las condiciones en las que viven, se han negado a recibir a representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) desde el pasado mes de julio.

A diferencia de los detenidos en Guantánamo, los de esta prisión militar estadounidense en Afganistán no han tenido acceso a representantes legales y no han conocido los cargos que se les imputa. Algunos permanecen detenidos desde hace más de seis años, bajo el estatus de "combatientes enemigos", informa 'The New York Times'.

Esta modificación en el trato a los reclusos de Bagram aún tiene que ser revisada y aprobada por el Congreso, por lo que no entrará en vigor hasta dentro de unas semanas.

Las ONG que defienden los Derechos Humanos han calificado la propuesta como un avance positivo, pero inadecuado. "Cualquier reforma sobre las detenciones estadounidenses en Afganistán son un avance, pero aún está por ver si subsanarán las arbitrarias e indefinidas detenciones realizadas en Bagram", señaló una portavoz de la organización Human Rights First, Sahr Muhamed Ally, quien ha visitado el complejo militar.

"Cualquier nuevo procedimiento debe proveer representantes legales a los detenidos para asegurarse de que ese mecanismo tiene sentido (...) y que pueden recurrir su privación de libertad", añadió en declaraciones al 'Washington Post'.

El centro de detención de Bagram se ha convertido en uno de los símbolos de lucha para los combatientes afganos. En 2002, dos detenidos de nacionalidad afganas murieron en sus celdas de aislamiento después de haber sido colgados por los brazos y brutalmente golpeados por dos soldados norteamericanos. En esta prisión militar se mantienen encerrados a la mayoría de los presuntos terroristas detenidos fuera de Afganistán e Irak.