Publicado 01/01/2019 12:45

Más de una década desde la llegada de las uniones civiles homosexuales a Iberoamérica

Bandera arcoíris del colectivo LGTBI en una manifestación
PIXABAY

   MONTEVIDEO, 1 Ene. (Notimérica) -

   Uruguay puede considerarse pionero en cuanto a la consecución de la igualdad legal para las personas homosexuales. El 1 de enero de 2008 este país se convirtió en el primero en Iberoamérica en legalizar las uniones civiles de parejas del mismo sexo.

   Esta ley, que cumple 11 años, convirtió a Uruguay en abanderado de la igualdad en cuanto a orientación sexual y conllevó el reconocimiento de la mayor parte de los derechos que lleva aparejado el matrimonio a la unión civil, incluyendo derechos de herencia y propiedad y beneficios de jubilación.

   El único requisito necesario para que una pareja, homosexual o heterosexual, pueda inscribirse como unión civil en Uruguay es haber compartido residencia durante al menos cinco años.

   Pero la voluntad integradora del colectivo LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) no se detuvo en la aprobación de la unión civil, sino que en 2009 comenzaron los trámites para legalizar la adopción en casos de parejas homosexuales.

   Finalmente, a partir del 28 de agosto de 2009 es legal la adopción conjunta por parejas del mismo sexo. De nuevo Uruguay fue el primer país de Iberoamérica en dar el paso hacia la integración total de la homosexualidad.

   El último avance, la legalización, ya no de la unión civil, sino del matrimonio homosexual, se materializó con la aprobación de la Ley de Matrimonio Igualitario, aprobada el 10 de abril de 2013, mediante la que Uruguay se convertía en el segundo país de Iberoamérica en convertirlo en legal --tras Argentina, que lo aprobó en 2010-- y en el duodécimo del mundo.

   El matrimonio entre personas del mismo sexo no solo es legal en Argentina y Uruguay, sino en otros países de Iberoamérica como Brasil (aprobado en 2013) y Colombia (en 2016). Otros muchos países aún no han alcanzado el nivel de integración de estos, pero sí que han legalizado la unión civil. Por otro lado se encuentra Honduras, país en el que la homosexualidad sigue siendo un delito.

   En la actualidad, no existe ninguna diferencia legal entre las parejas heterosexuales y homosexuales en Uruguay, lo que convierte al país en un ejemplo a seguir por otros estados de la región que no han sabido o no han querido incluir a buena parte de su población en los derechos de todos.