Actualizado 23/04/2015 13:15

Matheryn Noavaratpong: La niña de 2 años criogenizada a la espera de una cura contra el cáncer

CRIOGENIZACIÓN
Foto: FACEBOOK

MADRID, 23 Abr. (Notimérica) -

   El tumor cerebral de Matheryn Noavaratpong se desarrolló cuando aún era un embrión y provocó su muerte a los dos años. Justo en el instante en que la pequeña iba a morir, los médicos depositaron su cuerpo en una cama de hielo, el modo de asegurar que todos sus tejidos pudieran ser perfectamente conservados.

   Esta niña tailandesa murió el pasado enero y se ha convertido en el ser humano más joven en ser criogenizado. Sus padres, ambos médicos, tomaron la decisión después de que su hija fuera sometida a 12 operaciones de cirugía y más de 20 tratamientos de quimioterapia y radiación, y después de que entrara en estado de coma.

   Sus padres conservan una esperanza clara: Matheryn esperará en una cámara fría hasta que la ciencia encuentre una cura para su cáncer. Entonces podrá ser resucitada, según ha publicado el diario británico 'Mirror'.

   Con este propósito en mente, los padres de Matheryn han desembolsado más de 300.000 euros (más de 322.000 dólares) a la compañía estadounidense Alcor, la más importante del mundo en criopreservación, para que la pequeña tenga la posibilidad de "respirar otra vez".

    Es la paciente número 134, su cuerpo y su cerebro han sido separados y descansan en nitrógeno líquido (-196 grados), en la sede central de Alcor, en Arizona (Estados Unidos). La acompañan los cuerpos criogenizados de casi 1.000 clientes más, que esperan para volver a despertar.

   Actualmente, ningún ser humano ha logrado resucitar después de la congelación. Todo depende del avance de la ciencia en la regeneración de tejidos, que ha dejado obsoleta a la clonación en beneficio de la impresión 3D de órganos, la nanotecnología molecular.

   De no lograr resucitar, las células del cerebro de Matheryn podrán servir para investigar su tipo de cáncer.

LA CRIOGENIZACIÓN

   La ciencia criónica moderna comenzó en 1962, año en el que el profesor de física Robert Ettinger, de la Universidad de Michigan (Estados Unidos), autofinanció la publicación del libro 'The Prospect of Inmortality' ('La perspectiva de la inmortalidad').

   En su investigación, Ettinger proponía que la congelación de personas recientemente fallecidas podría ser un modo de alcanzar futuras tecnologías médicas y hasta salvar vidas. En 1965, el científico Evan Cooper fundó la 'Life Extension Society' ('Sociedad de Extensión de Vida') para promover la congelación de personas.

   La empresa buque de esta nueva ciencia, Alcor, está en activo desde los años 90. Desde entonces, ni sus clientes ni sus ingresos han parado de crecer. Por eso, se ha desatado una auténtica carrera empresarial de la criónica y han surgido decenas de empresas para competir.