Actualizado 23/01/2008 13:29

México.- Los antiguos mayas sacrificaban niños y no niñas vírgenes, según un estudio


MÉXICO DF, 23 Ene. (Reuters/EP) -

Las víctimas de los sacrificios humanos que practicaban los antiguos mayas en México y que arrojaban a los cenotes, como se conocem los lagos en cavernas subterráneas, eran en su mayoría niños y hombres jóvenes y no doncellas vírgenes como se creía, según un reciente estudio.

Los mayas construyeron enormes templos y elaborados palacios en las selvas del sur de México y Centroamérica antes de la conquista española a comienzos del siglo XVI. Los sacerdotes mayas de Chichén Itzá, en la península de Yucatán, sacrificaban niños para pedir a los dioses lluvia y campos fértiles, arrojándolos a los cenotes.

El arqueólogo Guillermo De Anda, de la Universidad de Yucatán, ha estudiado los huesos de 127 cuerpos descubiertos en el fondo del cenote sagrado de Chichén -donde se produjeron la mayoría de estos sacrificios- y ha concluído que un 80 por ciento de ellos eran de niños de entre tres y 11 años.

"Se creía que los dioses preferían cosas pequeñas. Especialmente el dios de la lluvia era ayudado por cuatro personajes que representaban como personas muy pequeñitas", dijo De Anda. "Entonces se les proporcionaban niños para que ellos pudieran comunicarse directamente con Chaac (el dios de la lluvia)", añadió.

Un 20 por ciento de los huesos analizados por el arqueólogo yucateco pertenecían a hombres adultos. De hecho, De Anda explicó que los niños eran a menudo arrojados vivos al cenote como ofrenda a Chaac. Algunos eran despellejados y desmembrados antes de ser ofrecidos a los dioses.

Hasta ahora, los arqueólogos creían que las víctimas de los sacrificios eran doncellas vírgenes porque los restos, fechados entre aproximadamente el año 850 después de Cristo y la conquista, eran adornados con joyería de jade.

Es difícil determinar el sexo de los esqueletos antes de que la persona haya alcanzado su completo crecimiento, dijo de Anda, pero agregó que las evidencias de la mitología maya también sugieren que las jóvenes víctimas eran de sexo masculino.