Actualizado 06/01/2011 20:31

México.- La Cruz Roja de Ciudad Juárez se declara desbordada ante el constante flujo de heridos en tiroteos


MÉXICO DF, 6 Ene. (EUROPA PRESS) -

La delegación de la Cruz Roja en Ciudad Juárez ha reconocido que se encuentra desbordada ante el incesante flujo de heridos resultado de los tiroteos de bandas ligadas al narcotráfico en esta ciudad fronteriza con Estados Unidos. Por ello, ha solicitado a los ciudadanos y paramédicos que no lleven a esos pacientes a sus instalaciones, sino a hospitales públicos.

El delegado Arturo Rodríguez Velarde manifestó que, de acuerdo con los protocolos internacionales, la Cruz Roja sólo acude a prestar servicio cuando la escena del crimen ha sido resguardada por corporaciones policiacas de cualquiera de los tres niveles de gobierno o por militares.

Rodríguez recordó el caso ocurrido hace tan solo tres días, cuando familiares de un individuo gravemente herido lo llevaron a la Cruz Roja de Salvárcar, y momentos después entraron en el centro un grupo de hombres armados que remató al paciente y, antes de escapar, disparó contra su hermano, al que dejaron malherido.

El primer individuo falleció a consecuencia de las heridas, en contra de la creencia extendida, "la Cruz Roja no tiene una clínica o los servicios hospitalarios que se requieren para atender lesiones de ese tipo, y no podemos atender a los heridos porque carecemos de elementos para hacerlo", dijo en declaraciones al diario 'La Jornada'.

Aunque no se trata de una guerra formal, la lucha contra el narcotráfico ha obligado a los organismos de asistencia, entre ellos la Cruz Roja y los Servicios de Emergencias de Clínicas y Hospitales, a aplicar un estricto protocolo de seguridad para salvaguardar la integridad del personal médico que participa en el rescate de heridos.

En Ciudad Juárez, Chihuahua; Guadalajara, Jalisco; Culiacán, Sinaloa, además de Tamaulipas, entre otras ciudades y estados, el personal de la Cruz Roja debe cumplir con el Manual de Acceso Seguro, que señala las reglas que deben acatarse en otros países en situación de guerra, donde el entorno no garantiza la integridad física del personal médico.

En diciembre pasado, médicos, enfermeras y personal de servicios de al menos 17 clínicas privadas y de los hospitales de los institutos Mexicano del Seguro Social y de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado en Ciudad Juárez realizaron un paro de dos días, sin brindar atención de emergencia, en protesta por la violencia que sufren.

En 2010 fueron asesinados en Ciudad Juárez cuatro médicos, entre ellos José Alberto Betancourt Rosales, de 57 años de edad, quien fue secuestrado en el estacionamiento de un centro comercial y días después fue hallado muerto.

La principal demanda de los trabajadores de la salud es que los centros hospitalarios sean considerados zonas de alto riesgo y que las unidades especiales de policía las resguarden de forma permanente, porque es frecuente que los pistoleros entren hasta los quirófanos para rematar a sus víctimas.

Rodríguez solicitó a la población que comprenda la situación, porque en ocasiones reclama que la Cruz Roja asista pronto a atender a los heridos, y le solicitó que no agreda a los trabajadores ni vehículos o instalaciones de la institución, ya que si llegan tarde es porque debe respetar el protocolo de seguridad en beneficio de los socorristas.