Actualizado 08/11/2011 17:57

El Estado mexicano pide perdón por los feminicidios en Ciudad Juárez

CIUDAD DE MÉXICO, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Estado mexicano ha pedido perdón por los feminicidios ocurridos en Ciudad Juárez y ha reconocido su responsabilidad en estos crímenes, especialmente en la muerte de un grupo de jóvenes ocurrida en 2001 en una zona conocida como Campo Algodonero, situada en esa localidad fronteriza con Estados Unidos.

El subsecretario de Gobernación, Felipe Zamora, en nombre del Estado mexicano, ha inaugurado también el monumento en memoria de las mujeres víctimas de homicidios por razones de género construido en Campo Algodonero, donde hace una década fueron encontrados los cuerpos de ocho mujeres que habían sido brutalmente asesinadas.

"Reconocemos la responsabilidad por todos esos actos y omisiones que nunca debieron tener lugar porque fueron actos de violencia, discriminación e irresponsabilidad del Estado mexicano en su conjunto, cuya consecuencia fue la pérdida de vidas humanas y devastación de familias enteras", ha expresado Zamora en un acto público.

"Por ello pedimos perdón, tenemos obligación de investigar estos delitos, y no nos referimos sólo a los homicidios sino también a las inconsistencias, errores y actos de negligencia cometidos por los servidores públicos a cargo de las investigaciones", ha resaltado.

El discurso de Zamora fue interrumpido en varias ocasiones por los familiares de las víctimas que reclaman al Gobierno de Felipe Calderón cumplir con la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) y esclarecer las muertes y desapariciones de decenas de mujeres en Ciudad Juárez.

A finales de 2009, la CoIDH declaró al Estado mexicano responsable de la muerte de Claudia Ivette González, Esmeralda Herrera Monreal y Laura Berenice Ramos Monárrez, halladas muertas en 2001 junto a otras cinco mujeres en la zona conocida como Campo Algodonero, en Ciudad Juárez, y le conminó a pedir perdón, levantar un monumento en honor a las fallecidas y reanudar las investigaciones, entre otras medidas.

Los familiares de las tres jóvenes asesinadas hace diez años no quisieron asistir al acto en protesta por el supuesto incumplimiento a la sentencia de la CoIDH, especialmente, en lo que se refiere al esclarecimiento de los hechos.

La situación en Ciudad Juárez, ubicada en el estado de Chihuahua (norte), se convirtió en una preocupación internacional en 1993 cuando aparecieron los primeros cuerpos de mujeres asesinadas y con evidentes signos de tortura y violación.

Se estima que desde entonces unas 500 mujeres podrían haber fallecido en esas circunstancias. Hasta la fecha, México no ha investigado ni procesado a los autores de los feminicidios, según denuncian varias ONG de Derechos Humanos y los propios familiares de las víctimas.