Actualizado 16/02/2015 13:43

México se incauta decenas de propiedades del cártel de los Caballeros Templarios

Caballeros templarios
Foto: ALESSANDRO BIANCHI / REUTERS

MÉXICO DF, 16 Feb. (Reuters/Notimérica) -  

   Autoridades mexicanas se han incautado 62 inmuebles a supuestos integrantes del sanguinario cártel de los Caballeros Templarios, según ha revelado este domingo la fiscalía del estado de Michoacán. Entre los bienes confiscados se incluyen hoteles, complejos turísticos de plata, centros de espectáculos, una hacienda, ranchos, terrenos, expendios de gasolina y lujosas residencias.

   La fiscalía no ofreció detalles sobre el valor de las propiedades, ni mencionó cuándo logró incautarlas, pero dijo que su aseguramiento suponía un "golpe" a la estructura financiera de la organización. Durante el operativo, las autoridades detuvieron a nueve personas.

   "Cabe destacar que varios de los inmuebles asegurados, fueron despojados a sus legítimos propietarios, uno de ellos a un agricultor que fue secuestrado y privado de la vida en el año 2010", ha añadido la fiscalía a través de comunicado.

UN VIOLENTO CÁRTEL

   Los Caballeros Templarios son un violento cártel con tintes de secta religiosa acusado de secuestros y extorsiones, además de narcotráfico y contrabando de hierro a China. Su principal bastión se encuentra en Michoacán.

   Nacieron en 2010 como una escisión de La Familia Michoacana -que desaparecería entonces-, y cuatro años antes ya habían empezado a practicar las decapitaciones de sus enemigos.

    Los Caballeros Templarios siempre se han presentado a sí mismos como una organización "altruista" que de modo honesto y solidario pretende luchar contra la pobreza, la injusticia o la tiranía, e incluso tienen un pequeño libro de códigos de conducta al que llaman 'Biblia', por lo que se les ha llamado 'cártel religioso'.

   En el texto se señala que aquellos que entren en el cártel no podrán abandonarlo jamás, mientras que se dice que los que rompan el pacto de silencio serán ajusticiados. Asimismo, también se llama a los miembros a tener una buena conducta y a no ingerir alcohol o drogas.

   El grupo se ha debilitado desde que el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, iniciase a principios del año pasado una ofensiva en su contra, tras el levantamiento de grupos de civiles armados que estaban cansados de sus abusos.