Actualizado 16/05/2012 19:16

México.- Más de 8.000 cadáveres hallados en México desde 2006 no han podido ser identificados.


MONTERREY (MÉXICO), 16 May. (Reuters/EP) -

Más de 8.000 cadáveres que han sido hallados desde el año 2006 en diversas regiones de México no han podido ser identificados, mientras que al menos unas 5.400 personas permanecen desaparecidas desde entonces, sin que sus familias tengan la más mínima información sobre su paradero, según cifras de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

Las probabilidades de que los investigadores puedan identificar los 49 cuerpos arrojados en una carretera en el estado de Nuevo León (norte de México) el pasado fin de semana son lejanas, incluso si no los hubieran descuartizado y decapitados.

Los errores y dificultades para encontrar o identificar a víctimas de masacres y asesinatos han dado pie a duras críticas contra la ofensiva militar que puso en marcha hace casi seis años el presidente mexicano, Felipe Calderón.

El drama de miles de familias afligidas que buscan a sus seres queridos es uno de lo más graves asuntos con los que se encontrará el sucesor de Calderón, quien será elegido en los comicios del próximo 1 de julio.

"Cuando no encuentras a tu familiar, te destruye completamente", dijo Irma Hidalgo, cuyo hijo de 18 años fue sacado a rastras de su casa en la ciudad de Monterrey en 2011 y nunca más volvió a aparecer. "Nada más queremos saber si está vivo, o si no, ponerlo a descansar", agregó.

Hidalgo se puso en contacto con la morgue tras enterarse del hallazgo de los cadáveres el pasado domingo a las afueras de Monterrey, pero la policía le dijo que los cuerpos habían sido mutilados y que sólo podían ser identificados con pruebas de ADN. La mujer está lista para dar su muestra cuando las autoridades se la pidan y compararla con las de las víctimas.

PESADILLA FORENSE

La gran cantidad de muertos que genera la violencia del narcotráfico --que ya superan los 55.000 desde finales de 2006-- y la falta de una infraestructura y protocolos forenses adecuados dificultan a las autoridades esclarecer los casos de homicidio.

Los equipos de emergencia han tenido que enfrentarse a fosas clandestinas con más de 200 cadáveres, muchos en estado de descomposición, o masacres como la de los 49 cuerpos --sin cabezas, manos ni pies-- en la localidad de Cadereyta, a unos 29 kilómetros al este de Monterrey.

Una manta en la escena del crimen reveló que los responsables fueron miembros del temible cártel de Los Zetas, que mantiene una guerra con el Cártel del Golfo, pero también con el de Sinaloa, que dirige el prófugo Joaquín 'El Chapo' Guzmán y que está considerada una de las grandes organizaciones criminales de América.

Los equipos forenses admiten que deben afrontar una tarea extremadamente difícil. "Antes, nada más trabajaba con muertes por accidentes viales y de repente un crimen pasional. Nunca pensé que iba a ver este nivel de violencia en mi país", dijo un forense en Monterrey que pidió no ser identificado. "El otro día, fui primero a un incidente con cinco baleados en una calle y luego con tres en otro lugar y luego a cinco descuartizados", agregó.

La fuente destacó que el trabajo se vuelve rutinario pese a los horrores que afronta. "Primero te sientes mareado cuando tienes que trabajar con cuerpos que han sido decapitados o mutilados. Pero luego te acostumbras y no sientes nada", afirmó.

También se ha convertido en un gran reto almacenar tantos cadáveres. Después del hallazgo del domingo, vehículos forenses necesitaron realizar varios viajes para recoger los 49 cadáveres desde el lugar donde fueron encontrados hasta una morgue en un hospital público en Monterrey.

Funcionarios indicaron que apenas había espacio para guardar a los cadáveres en las neveras. En otros casos, como cuando se encontraron fosas comunes cerca de la localidad de San Fernando, en el estado de Tamaulipas (norte), el Gobierno tuvo que enviar camiones refrigeradores para almacenar a todas las víctimas.

Muchos de estos cadáveres fueron trasladados a Ciudad de México, y después de casi un año sin ser identificados, varios fueron enterrados en una fosa común.

CRÍMENES SIN ESCLARECER

A pesar de esta cruda realidad, Calderón insiste en defender la ofensiva contra los narcotraficantes argumentando que su Gobierno ha realizado incautaciones de droga y ha arrestado o abatido a importantes líderes de los cárteles.

"Hay gente que le reprocha a mi Gobierno que combata a los criminales, y ahora sí que qué querían que hiciera. ¿Que los invitara a pasar, que les invitara un cafecito o qué?", preguntó el mandatario al inaugurar recientemente un hospital. "El que no quiera combatir a los criminales, que no sea gobernante, es la verdad", subrayó.

Pero los críticos señalan que incluso mientras soldados y policías se enfrentan a los narcotraficantes, el Gobierno ha fallado en el esclarecimiento de más crímenes. Menos del 20 por ciento de los homicidios de los últimos dos años han llevado a arrestos o condenas, según cifras de la policía y los tribunales.

Familiares denuncian que las autoridades le dan menos importancia a los casos de desaparecidos, que la Policía toma nota pero no abre una investigación para dar con su paradero. En los estados y municipios, muchas veces los agentes trabajan para los cárteles y están involucrados en las desapariciones.

Jorge Varestegui ha estado buscando durante casi dos años a su hermano y sobrino, secuestrados por hombres armados cerca de la ciudad de Parras, en el norte de México. "La Policía no toma los casos de desaparecidos en serio, dicen que la persona huyó de casa y no que fue secuestrado aun cuando les presentas pruebas para comprobarlo", denunció.

Con tantos asesinatos sin resolver, la Policía no puede identificar si las víctimas son narcotraficantes en pugna con rivales o simples civiles que fallecieron en medio de las hostilidades.

"El Gobierno da una explicación simple, que sólo son criminales matando a criminales. ¿Pero cómo sabe eso si no resuelven los crímenes?", se preguntó Indira Kempiris, una activista de Derechos Humanos en Monterrey.

"Muchas víctimas son de los sectores más vulnerable de la sociedad y no tiene recursos de buscar realizar una investigación y se haga justicia", ha destacado.