Actualizado 12/01/2011 07:07

Un solo policía se queda al cargo de un municipio de Jalisco tras la dimisión de sus compañeros


MÉXICO DF, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -

Un solo policía se ha quedado al cargo del municipio de Santa María del Oro, ubicado en el estado de Jalisco, en el oeste de México, después de que sus diez compañeros dimitieran entre el domingo y el martes ante las amenazas de las organizaciones criminales que operan en la zona.

Un comandante es el único agente con el que cuentan los escasos 600 vecinos de dicha localidad para garantizar su seguridad y el orden público tras la desbandada del resto de policías, sobre la que el cuerpo no ha querido pronunciarse, según informa el diario 'El Universal'.

Esta deserción colectiva se produce apenas una semana después de que sicarios de grupos rivales del narcotráfico se enfrentaran a balazos en un rancho de Zipoco, una área limítrofe entre Jalisco y Michoacán, sin que hubiera que lamentar daños personales.

Los continuos conflictos entre bandas criminales obligaron a suspender las fiestas patronales de la Virgen de Guadalupe, cuya celebración estaba prevista entre el 3 y el 12 de enero, por miedo a que desencadenaran un baño de sangre.

No sería la primera vez que unos festejos religiosos sirven de excusa a la delincuencia organizada para perpetrar sus ataques, ya que el pasado 10 de diciembre, 13 personas murieron y 22 resultaron heridas durante los disturbios ocurridos en las fiestas en honor a la misma virgen en el municipio de Tecalitlán.

Desde hace meses distintos sectores sociales de Jalisco han solicitado al Gobierno de Felipe Calderón la presencia del Ejército en las calles para contener la ola de violencia que recorre el estado, informaron medios locales.