Actualizado 17/07/2009 18:20

Mezquitas abren sus puertas en China bajo estricta vigilancia

Por David Gray

URUMQI (Reuters/EP) - Las mezquitas volvieron a abrir para las oraciones del viernes bajo la atenta vigilancia de las tropas de seguridad en Urumqi, ciudad china en la lejana frontera occidental en donde anteriormente este mes 192 personas murieron debido a ataques étnicos.

Gran parte de las mezquitas permanecieron cerradas para las oraciones del viernes la semana pasada, tras un ataque en Urumqi de uigures a chinos Han el 5 de julio. En unos pocos casos sus puertas se abrieron para acoger a multitudes agolpadas a sus puertas.

Todas las 433 mezquitas fueron abiertas esta semana, reportó Xinhua, la agencia oficial de noticias china.

A pesar de que el comercio en Urumqi estaba volviendo a la normalidad, el acceso a internet en la región permanece cortado, mientras que las recepciones telefónicas son intermitentes.

Xinjiang es hogar de musulmanes uigures, pueblo de lengua turca vinculado culturalmente con el centro de Asia, que actualmente constituye justo menos de la mitad de la población de la región de 20 millones de personas.

Muchos resienten décadas de migración de chinos Han -que según dicen se benefician del crecimiento económico- además de discriminación religiosa y cultural.

Las calles alrededor de la mezquita Blanca, en donde se produjo una breve protesta tras las oraciones de la semana pasada fueron cerradas al tráfico, pero se permitió el ingreso de peatones, algunos después de que mostraran su identificación.

En la mezquita Yang Hang la sesión de oraciones fue reducida a cerca de 20 minutos, en comparación con la duración normal de más de una hora, pero los fieles entraron y salieron sin problemas.

Los ataques en Urumqi a chinos Han en tiendas y a peatones se desataron después de que la policía detuviera una manifestación en contra de la muerte de dos trabajadores uigur atacados por chinos Han en una lejana fábrica cerca de la frontera con Hong Kong.

En venganza, los chinos Han salieron a las calles dos días más tarde.