Actualizado 10/07/2009 16:32

Muere un hombre corneado en Sanfermines de España

MADRID (Reuters/EP) - Un hombre murió el viernes en Pamplona tras resultar herido en el cuello por un toro durante el cuarto encierro de los Sanfermines, confirmaron autoridades locales.

Daniel Jimeno Romero, de 27 años y natural de Alcalá de Henares, sufrió una cornada en la zona clavicular y fue trasladado al hospital de Navarra, donde falleció a las 08.45 hora local (0645 GMT) tras ser operado de urgencia.

"Presentaba una herida en la zona supraclavicular izquierda, con trayecto ascendente afectando a pulmón izquierdo, aorta y cava. Ingresa en situación de paro cardiaca, pasa a quirófano y tras las maniobras de reanimación, el paciente ha fallecido", dijo un portavoz del hospital de Navarra en declaraciones recogidas en una radio local.

El fallecido fue corneado por un toro que quedó rezagado y se volvió hacia los corredores en la primera parte del recorrido, de apenas 800 metros.

El animal corneó al hombre, tirado en el suelo, mientras otros corredores intentaban distraer al animal tirándole de la cola y golpeándolo con palos.

"Ha sido un toro que venía muy receloso (..) Ha embestido contra el amasijo de personas que estaban ahí, de forma inadecuada", dijo un veterano corredor navarro, Roberto Sáenz, a RNE.

Según datos de Cruz Roja, otras 18 personas fueron trasladados a hospitales de Pamplona, siendo tres de ellos heridos por cornadas de la ganadería de Jandilla, considerada una de las más peligrosas en los encierros pamplónicos.

Varios medios informaron de que preocupa el estado de un estadounidense de 62 años ingresado en cuidados intensivos del hospital de Navarra con contusión torácica.

En el siglo pasado, 13 corredores fallecieron al recibir cornadas mortales, el último un joven estadounidense en 1995. Un veterano corredor navarro murió en 2003 tras permanecer dos meses en coma a consecuencia de una caída en los encierros, según El Mundo.

El recorrido se vuelve más peligroso por la masificación de corredores sobre todo los fines de semana, cuando casi se duplica el número de visitantes a Pamplona.