Actualizado 08/09/2009 01:55

Una mujer sudanesa va a prisión por usar pantalones

Por Andrew Heavens

JARTUM (Reuters/EP) - Una mujer sudanesa fue declarada culpable de indecencia y encarcelada el lunes por llevar pantalones, en un caso que ha acaparado la atención mundial, informó un funcionario que acudió al juicio.

La mujer, Lubna Hussein, fue detenida en una fiesta en julio junto a otras 12 mujeres y afrontaba la posibilidad de ser condenada a 40 latigazos por llevar pantalones, algo considerado indecente. Diez de las mujeres fueron azotadas en julio, según señaló la acusada.

Ya ha habido mujeres condenadas por ofensas similares en los últimos años según la ley sudanesa de la decencia islámica y condenadas a ser azotadas, dijeron simpatizantes de Hussein, que añadieron que es la primera que apela este tipo de condena.

El tribunal le ordenó que abonara una multa de 500 libras sudanesas (unos 209 dólares), pero posteriormente fue encarcelada para cumplir una condena de un mes tras negarse a pagar, dijo a la prensa su abogado Kamal Omar.

El caso de Hussein fue considerado una prueba de la normativa islámica sobre la decencia, que muchas activistas consideran vagas y que aportan a los agentes de policía una autoridad indebida para determinar qué ropa es aceptable para las mujeres.

Hussein, una ex periodista que trabajaba para Naciones Unidas en el momento de su detención, hizo público su caso, posando con pantalones amplios para las fotos y pidiendo el apoyo de los medios.

Al hablar con ella por teléfono tras el veredicto, Hussein dijo que se negaría a pagar la multa: "No pagaré el dinero e iré a prisión".

El abogado Omar dijo a Reuters el lunes que su clienta había sido llevada a la prisión de mujeres de Omdurman y añadió que sus simpatizantes reforzarán la campaña para que se acabe con la ley de indecencia. Además señaló que piensan apelar.

"Fue hallada culpable, pero sabemos que no es culpable (...) Es una violación clara de la Constitución, de los derechos de las mujeres y el acuerdo de paz", dijo Yasser Arman, un funcionario del Gobierno que asistió al juicio y es miembro del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán, un antiguo grupo rebelde.

Diez de las mujeres detenidas con Hussein se declararon culpables y fueron azotadas, dijo previamente Hussein.

PROTESTAS ANTE EL TRIBUNAL

Los casos de indecencia son comunes en Sudán, donde existe una gran diferencia cultural entre el norte, de mayoría musulmana y orientación árabe, y el sur, principalmente cristiano.

Estos casos llevaron a decenas de mujeres a concentrarse cerca del tribunal antes de que se conociera el veredicto para expresar su apoyo a Hussein.

La acusada argumentó que su ropa, unos pantalones verdes sueltos que también llevó en su primera comparecencia ante el juez, era respetable y que no quebrantó la ley.

"Lubna nos ha dado una oportunidad. Es muy valiente. Miles de niñas han sido golpeadas desde los 90, pero Lubna es la primera que no lo guarda en silencio", dijo la manifestante Sawsan Hassan el-Showaya a Reuters antes del veredicto.

Pero antes de que se iniciara la sesión, hubo un altercado entre las mujeres concentradas e islamistas, que corearon eslóganes religiosos y calificaron a Hussein y sus partidarias de prostitutas y demandaron un duro castigo para la acusada.

La policía antidisturbios rápidamente intervino, golpeando con porras a algunas manifestantes. Unas 40 mujeres fueron detenidas.

Hussein ha dimitido a su puesto ante la ONU para renunciar a cualquier inmunidad legal y poder continuar con el caso, demostrar su inocencia y desafiar la ley de la decencia.