Publicado 26/04/2016 20:32

El narcotráfico cambia de rutas en Perú por la nueva ley de derribo de avionetas

Trabajadores recogiendo el cultivo de coca en Perú.
REUTERS


LIMA, 26 Abr. (Reuters/Notimérica) -

La nueva ley que permite a la Fuerza Aérea peruana derribar aviones que cargan cocaína ha provocado que los traficantes transporten la droga desde la selva a través de ríos y hasta a pie, según ha indicado este martes el Gobierno.

Perú restableció la política de derribo de avionetas en enero, tras una prohibición de 15 años, en busca de frenar los cargamentos de droga por vía aérea desde las regiones productoras de coca en la Amazonía peruana hasta las vecinas Bolivia y Brasil.

"El solo hecho de la aprobación de esta ley ha significado una disuasión importante y ha disminuido notoriamente la frecuencia de las denominadas narcoavionetas", ha indicado el primer ministro, Pedro Cateriano, durante una conferencia internacional para el control de drogas en Lima.

El funcionario ha afirmado que, como consecuencia de los menores vuelos de avionetas narco, también ha caído el precio de la hoja de coca, insumo base para la elaboración de la cocaína.

"Los narcotraficantes utilizan otras vías para el transporte de droga", ha añadido. "Por ejemplo, el transporte es fluvial o hay mayor cantidad de transporte de hormiga, es decir mochileros (personas de a pie) que transportan la droga", ha agregado.

Cateriano no ha precisado el número de vuelos de avionetas con cocaína que se registra ahora en la zona y ha afirmado que "aún no ha ocurrido" el extremo de derribar una nave detectada con droga.

En Perú, que junto a Colombia es el mayor productor de cocaína en el mundo, se procesan alrededor de unas 300 toneladas de la droga al año, según cifras del Gobierno.

El reinicio del plan de derribo de naves del narcotráfico se concretó pese a la reticencia de Estados Unidos. En 2001, una avioneta civil fue derribada por la Fuerza Aérea peruana por sospechas de llevar cocaína, causando la muerte de una ciudadana estadounidense y su bebé que viajaban a bordo. Tras ese incidente, el programa de interceptación de naves, que tenía el apoyo logístico de Washington, fue cancelado.