Los Disturbios Han Vuelto A Ferguson En La Noche De Este Lunes 24
Foto: ADREES LATIF / REUTERS

WASHINGTON, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -

   El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha anunciado este lunes un plan del Gobierno para unificar las normas de las fuerzas de orden público y ha pedido al Congreso llegar a acuerdos sobre la organización de la Policía a nivel estatal y local, como respuesta a la muerte del joven de 18 años Michael Brown en agosto por disparos de un agente.

   El Gobierno estadounidense destinará 263 millones de dólares (más de 210 millones de euros) durante tres años para establecer normas comunes en todos los programas policiales federales, estatales y locales, lo que afectará a los departamentos de Defensa, Justicia, Tesoro y Seguridad Nacional y a la Oficina Nacional de Política de Drogas.

   "Se trata de programas que el Congreso ordenó implantar a las fuerzas del orden público, por lo que nuestro objetivo es identificar exactamente cómo operan", ha dicho un alto cargo de la Administración Pública en declaraciones al diario 'Politico', "para después unificarlos".

   El Gobierno ha asegurado que el 96 por ciento del material militar enviado a las fuerzas de orden público locales incluye armas de fuego, material de oficina y ordenadores, mientras que el cuatro por ciento restante se trata de armas de alta potencia y vehículos tácticos.

   "Lo más importante es asegurar que lo que el Congreso autorizó consigue fortalecer la Policía local y la seguridad de los ciudadanos", ha afirmado el alto cargo.

   El plan del Ejecutivo incluye mejorar el entrenamiento de los agentes de Policía, extender el uso de cámaras de seguridad incorporadas al uniforme y fortalecer el compromiso de los miembros del cuerpo.

   Obama también ha anunciado la creación de una Fuerza Especial de la Policía del siglo XXI, que tendrá como objetivo "promover la reducción del crimen y aumentar la confianza de los ciudadanos", según ha dicho otro alto cargo de la Administración. Estará dirigida por el comisario de Policía de Philadelphia, Charles Ramsey, y por la profesora de la Universidad George Mason y ex abogada de la Oficina de Programas de Justicia, Laurie Robinson.