BUENOS AIRES, 29 Dic. (Notimérica) -
Criada en cautividad desde hace 20 años en el zoo de Buenos Aires, la orangután Sandra es el primer animal con derechos básicos reconocidos por la ley y libertad controlada que, de acuerdo con los tribunales, podría ser trasladada a un hábitat más propicio para su desarrollo, una reserva en Brasil.
Según ha informado la CNN, al animal se le ha concedido el recurso jurídico hábeas corpus, mediante el cual se podrán evitar arrestos arbitrarios para favorecer su traslado a una reserva brasileña en condiciones de semilibertad o libertad controlada.
El fallo de la Cámara de Casación Penal de Argentina ha establecido que Sandra "es una persona no humana que tiene determinados derechos, y que los puede hacer valer en un proceso judicial". Dentro de esos derechos básicos se encuentran "el derecho a la vida, la libertad y el no ser maltratada de forma física ni psicológica".
En palabras del abogado de la orangután, Andrés Gil Domínguez, quien llegó al caso gracias a la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (AFADA), se trata de "un fallo inédito", que además es "el primer fallo a nivel mundial", por medio del cual la Justicia argentina interpreta al animal como una persona jurídica.
"Se ha demostrado que Sandra y los primates en cautiverio no solamente han perdido su libertad, han perdido la capacidad de vivir en un hábitat natural, sino que también se ha demostrado que tienen daños, que sufren por el encierro, y es un daño profundo y grave", ha indicado el abogado.
Sin embargo, si bien es cierto que este caso supone un precedente a nivel mundial, algunos especialistas en la materia han indicado que este tipo de fallo solo es aplicable a este tipo de casos, relacionados con grandes primates, ya que comparten el 96 por ciento de identidad genética con los seres humanos y, al igual que chimpancés y gorilas, tienen entendimientos y sentimientos parecidos a los del hombre.
La miembro de la ONG Proyecto Gran Simio Argentina Pía Pacheco confía en que este giro suponga "un reflejo de ciertos cambios que se están dando en el país, en lo que tiene que ver con la consideración que hay hacia los animales y con el futuro que pueden tener".
Por su parte las autoridades del zoo de Buenos Aires no se han pronunciado al respecto, pero podrán apelar el fallo si lo desean en un plazo máximo de dos semanas.
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