Actualizado 16/01/2016 08:59

Óscar Ortiz, el sacerdote fiel a los paramilitares de Medellín

Sacerdote Óscar Ortiz
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   BOGOTÁ, 16 Ene. (Notimérica) -

   El Tribunal de Medellín ha condenado a 19 años de cárcel al sacerdote Óscar Ortiz, después de comprobarse que era el responsable ideológico del Bloque Cacique Nutibara, responsable de extorsiones, homicidios y robos perpetrados entre 2003 y 2010 en El Limonar, Medellín (Colombia).

   El sacerdote Óscar Albeiro Ortiz Henao se presentaba ante la sociedad como cura y gestor de paz. Sin embargo era el líder ideológico de una estructura formada por desmovilizados del bloque Cacique Nutibara que, bajo su bendición, se convirtió en la pesadilla del municipio San Antonio de Prado, corregimiento de Medellín.

   Según ha establecido la Fiscalía, el sacerdote era abanderado de las Autodefensas Unidas de Colombia (UAC), y era normal verlo acompañado del jefe de la banda paramilitar, Edgar Erazo, alias 'Bonito', detenido y excluido de Justicia y Paz.

   La condena de 19 años contra Ortiz ha sido dictada por el Tribunal de Medellín, el cual revocó de esta forma un fallo en el que un juzgado de la ciudad colombiana lo había absuelto en 2014. Desde entonces, estuvo prófugo hasta que en 2014 fue detenido de nuevo en Risaralda. Una vez preso, se interpuso un recurso de casación con la esperanza de que la Corte Suprema lo eximiera de la cárcel.

   Ortiz se definía como un mero gestor de paz, motivo por el cual se daban sus reuniones con los paramilitares. No obstante, la Corte Suprema de Justicia indicó que hay suficientes pruebas de los vínculos entre el párroco y esta estructura criminal, responsables de extorsiones, homicidios y robos entre 2003 y 2010.

SERMONES PARA ABOGAR POR LOS PARAMILITARES

   El sacerdote Óscar Ortiz era fiel a las Autodefensas Unidas de Colombia y no a la Iglesia tal y como se mostraba a pesar de su hábito. Andaba acompañado de criminales, como el jefe de la banda, alias 'Bonito'. Además, cuando eran detenidos, el sacerdote mediaba para que algunos de ellos fueran liberados.

   Una de sus funciones era la organización de palizas contra quienes no acataban sus órdenes o denunciaban su conducta. Más conocidas como "pelas", eran perpetradas por criminales que hasta torturaban a los "descarriados" por "no hacerle caso al padrecito". Testimonios aseguran que en una ocasión, el sacerdote Ortiz le dijo a un vecino de San Antonio: "Venga y lo confieso", mientras le mostraba un arma.

   En sus sermones no difundía la palabra de Dios, si no que se dedicaba a abogar por los paramilitares. Según el sacerdote, eran gente buena, iban a cuidar del barrio y por esta razón no debían denunciarlos. Ante algún incidente, debían comunicarse antes con él.

   Además, el sacerdote Ortiz excomulgaba a los feligreses en plena misa por votar a por un candidato al que él no apoyaba. En una ocasión, Ortiz fue mencionado en el proceso contra el exalcalde de Medellín Alonso Salazar, investigado en 2013 por recibir presuntamente apoyo de los paramilitares para llegar a la alcaldía. No obstante, el proceso fue archivado por falta de pruebas.

   A pesar de que se pensaba que el sacerdote Ortiz había actuado a favor de Salazar, las autoridades comprobaron que lo que hubo en realidad fue una campaña en contra del exalcalde. Varios testigos aseguraron que amenazaba a los feligreses con la excomunión a aquellos que votaran por Salazar, invitando a su vez a votar por el ahora gobernador de Antioquia, Luis Pérez.

   Testigos citados por el diario colombiano 'El Espectador', aseguran que se perpetraron violaciones en presencia del sacerdote, sin que el se opusiera. Otros dicen que contaba dinero junto a un extorsionista de la banda. E incluso en sus misas acusaba a algunos vecinos de ser guerrilleros y luego eran asesinados. En otros eventos se alegraba de haber ordenado "pelas", las cuales según él eran siempre merecidas.

   En definitiva, la Corte Suprema de Justicia señala que "múltiples conductas punibles se ejecutaron en su nombre y por órdenes suyas".