Actualizado 29/03/2017 13:24

El padre Mugica, una vida para el pueblo

   BUENOS AIRES, 7 Oct. (Notimérica) -

   El padre argentino Carlos Mugica, fue aquel sacerdote al que todo cristiano le encantaría tener en su parroquia. Luchador por la igualdad de clases, estuvo vinculado al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo y a los reclamos populares de la Argentina de las décadas de 1960 y 1970. Éste dedicó toda su vida a ayudar a los pobres hasta que un trágico día, a este amante de su pueblo, se la arrebataron.

   Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe nació el 7 de octubre de 1930 en la capital argentina de Buenos Aires. Fue uno de los siete hijos de Carmen Echagüe, perteneciente a una familia de terratenientes adinerados, y de Adolfo Mugica, diputado del Partido Conservador y luego ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno de Arturo Frondizi.

   En 1949 comenzó la carrera de Derecho --de la que cursó sólo dos años-- en la Universidad de Buenos Aires. En 1950 viajó con varios sacerdotes y con su amigo Alejandro Mayol a Europa, donde comenzó a madurar su vocación sacerdotal, y ya en marzo de 1952, a los 21 años, ingresó en el seminario para iniciar su carrera sacerdotal.

   De este modo, ya en 1954 comenzó a trabajar duramente en la asistencia de familias empobrecidas desde la parroquia de Santa Rosa de Lima, en Buenos Aires, sintiéndose progresivamente cercano al movimiento político denominado peronismo y al accionar revolucionario de Ernesto Che Guevara y de Mao Zedong.

   Finalmente, tras ocho años de estudio se ordenó como sacerdote el 21 de diciembre de 1959, pocos años después de haber participado --según sus propias palabras-- "del júbilo orgiástico de la oligarquía por la caída de Perón".

   Después de ordenarse, sirvió en la diócesis de Reconquista y luego colaboró con el cardenal primado de Argentina, Antonio Caggiano, en lo que parecía ser el comienzo de una prometedora carrera eclesiástica. Pero ya en sus primeros destinos como sacerdote tuvo problemas debido su encendida y pública defensa del 'peronismo', como asimismo la frecuencia con que en sus discursos citaba al Che Guevara, a Mao Zedong y a Camilo Torres, entre otros.

   El año 1968 fue decisivo en la vida del padre Mugica. Viajó a Francia para estudiar Epistemología y Comunicación Social; profundizó su amistad con el padre Rolando Concatti --uno de los fundadores del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo-- y viajó a Madrid, donde conoció al General Juan Domingo Perón.

   De este modo, su presencia en los medios de comunicación se hacía cada vez más frecuente y su figura cobró cada vez mayor notoriedad. Incluso numerosas personas del ambiente televisivo empezaron a frecuentar la Villa de Retiro, donde realizó gran parte de su labor comunitaria.

   En los años 70, la ola de violencia que afectaba al país lo llevó a reflexionar sobre la violencia institucionalizada y la violencia revolucionaria. En 1974 apareció el disco 'Misa para el Tercer Mundo', en el que el Grupo Vocal Argentino cantaba --sobre textos escritos por el propio Mugica-- ritmos argentinos, africanos y asiáticos, reclamando una nación en paz.

   Debido a todo esto, las amenazas de muerte sobre Mugica se multiplicaban hasta que un 11 de mayo de 1974, a las 20.15 (hora local), el padre Mugica fue asesinado a balazos inmediatamente después de celebrar misa en la iglesia de San Francisco Solano, en Villa Luro. El crimen se atribuyó a la organización de derecha conocida como Alianza Anticomunista Argentina, aunque judicialmente jamás fue esclarecido.

   El sacerdote fue enterrado posteriormente en el cementerio de Recoleta, hasta que en 1999, en un acto de justicia, sus restos fueron trasladados a la Parroquia Cristo Obrero, en el Barrio Comunicaciones, donde amó y fue amado sin condiciones en lo que hoy es conocido como la Villa 31.