CIUDAD DE MÉXICO, 24 Jun. (Notimérica) -
Los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos hablaron del vídeo que se filtro la noche del viernes con un fragmento de la declaración de un detenido por el caso. Para ellos, la grabación prueba que es falsa la "verdad histórica".
Felipe de la Cruz Sandoval, portavoz de los padres de los 43 estudiantes, aseguró que el vídeo confirma que "no hay verdad histórica, que fue a base de tortura todo lo que orquestaron", según informó 'Infobae'.
El portavoz también señaló que la principal exigencia actual del grupo es la designación del fiscal especial para la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia en el caso.
De acuerdo con De la Cruz Sandoval, los padres tienen la seguridad de que las autoridades saben qué pasó, pues "no pueden desaparecer 43 jóvenes en el aire sin que nadie se haya dado cuenta". Así, aseguran que tienen claro que alguien dio la orden y otros la ejecutaron, a esos dos actores involucrados quieren llegar.
VÍDEO
El vídeo difundido por las redes sociales revelaría que se cometieron actos de tortura durante las investigaciones que las autoridades mexicanas realizaron para dar con el paradero de los 43 estudiantes de la escuela normal rural de Ayotzinapa en 2014.
En las imágenes se puede apreciar un hombre con una venda en los ojos, maniatado y en una silla, a quien en un momento determinado los supuestos policías ministeriales de la fiscalía federal le ponen una bolsa de plástico en la cabeza para asfixiarlo durante unos instantes, lo que constituye una falta a los protocolos y a los derechos humanos.
Los medios que tuvieron acceso al vídeo, indican que el sujeto sería identificado como Carlos Canto, detenido el 22 de octubre de 2014, días después de la desaparición de los 43 estudiantes en el poblado de Iguala, en el estado de Guerrero.
EL CASO AYOTZINAPA
Los 43 estudiantes de magisterio de la Escuela Normal de Ayotzinapa desaparecieron en la madrugada del 27 de septiembre de 2014 en el vecino municipio de Iguala a su regreso de una protesta contra las autoridades locales.
La versión oficial es que fueron sorprendidos por la organización criminal Los Rojos, como parte de un ajuste de cuentas entre grupos rivales, y que los sicarios los mataron e incineraron y se deshicieron de sus restos en el basurero de Cocula.