Actualizado 29/08/2009 21:17

Pakistaníes se movilizan para ayudar a desplazados

ICHRIAN, Pakistán (Reuters/EP) - Solía ser una granja avícola hasta que cientos de pakistaníes llegaron en abril huyendo de una ofensiva militar contra los talibanes.

Conmovidos por su difícil situación, los pobladores en Ichrian limpiaron los cobertizos y convirtieron esta granja avícola en un campamento para desplazados, proveyendo desde comida y agua hasta electricidad.

Las familias desprovistas dicen sentirse afortunadas de haberse topado con tanta hospitalidad de una comunidad donde las personas apenas se ganan la vida trabajando la tierra.

Este tipo de historias se repiten en todo el norte del país, donde los pakistaníes comunes se organizaron para ayudar en uno de los mayores desplazamientos internos de los últimos tiempos.

Unas 2,3 millones de personas fueron forzadas a vivir en campamentos y con comunidades que los acogieron, dependientes de los bienes que reparten las autoridades y agencias humanitarias, mientras las fuerzas del Gobierno siguen luchando contra los talibanes en la Provincia de la Frontera del Noroeste.

Si bien muchos de los desplazados han vuelto a sus casas, quedan cientos de miles demasiado temerosos de regresar.

Las agencias humanitarias y el Gobierno han estado al frente de la respuesta a esta crisis, pero los trabajadores asistenciales dicen que la contribución hecha por los pakistaníes comunes, muchos de los cuales perciben modestos ingresos, ha sido extraordinaria.

La contribución pública no debería ser pasada por alto, dijo Muhammad Asar ul Haq, director del programa para el país de la Federación Internacional de la Cruz Roja y de las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC, por su sigla en inglés). Incluso aquellos que no tienen nada son generosos.

"TOMATES Y TRANSFORMADORES"

En Ichrian, a unos 120 kilómetros al noroeste de Islamabad, miles de pobladores concurrieron para donar lo que tenían durante los últimos tres meses.

Algunos donaron tomates, otros cebollas mientras otros trataron de ofrecer algo de trabajo manual para los hombres desplazados, de manera que pudieran disponer de un poco de efectivo.

"Cuando la gente comenzó a llegar, vi cuán grave era su situación y decidí ofrecer mi granja como refugio", dijo Ahmed Yar Khan, propietario de la granja avícola y ahora encargado del campamento.

"Limpiamos los corrales, separamos las áreas con revestimientos plásticos para darle a cada familia algo de privacidad e incluso compramos transformadores y pusimos electricidad para ellos", agregó.

Las historias de cómo hubo personas que donaron sus joyas y otros efectos personales abundan. Khan estima que hasta 10.000 pobladores de la zona proporcionaron algo para ayudar a los desplazados.

Los habitantes en Ichrian también han tratado de crear una sensación de normalidad armando una escuela, construyendo una pequeña mezquita e incluso organizando un torneo de cricket.

Los trabajadores asistenciales de IFRC, que han ayudado a mantener el campamento, dicen que las comunidades anfitrionas han acogido a casi el 90 por ciento de los desplazados ya sea en sus casas o dentro de escuelas u otros edificios públicos.

"LA BONDAD DE LOS EXTRAÑOS"

El apoyo del público a los desplazados no ha estado limitado a las zonas donde ellos han buscado refugio.

Pakistaníes de todas las clases sociales -estudiantes, funcionarios públicos, comerciantes, trabajadores sociales y hombres de negocios- recaudaron dinero entre amigos y familiares y compraron artículos como refrigeradores de agua, ventiladores, legumbres y arroz para distribuir en los campamentos y dentro de las comunidades anfitrionas.

Un grupo de estudiantes de medicina de una universidad en Islamabad se juntaron, viajaron a la zona y montaron un centro sanitario, ofreciendo consultas y medicamentos básicos.

Los pedidos públicos de donaciones han sido lanzados no sólo por parte de las agencias gubernamentales y asistenciales sino también por parte de ciudadanos particulares y corporaciones.

La Sociedad de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja pakistaní sola ha recibido contribuciones por unos 1,5 millones de dólares en efectivo y en especies de parte del público desde que comenzó la crisis.

Los desplazados dicen estar abrumados por la respuesta de los pakistaníes, a menudo de otras regiones y grupos étnicos.

"No nos conocen y algunos hablan un idioma diferente (...) pero estas personas que nosotros pensábamos que eran extraños en realidad han resultado ser parte de nuestra familia", dijo un anciano sentado junto a su pequeño nieto frente a un gallinero que se ha convertido en su hogar.