Actualizado 07/08/2016 16:05

Papa Francisco: "La esperanza en la felicidad eterna no dispensa" de mejorar el mundo

El Papa Francisco durante el Ángelus
REUTERS

   ROMA, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -

   El Papa Francisco ha recordado este domingo a los cristianos que "la esperanza en la felicidad eterna no dispensa del deber de construir un mundo más justo y habitable" y ha hecho un llamamiento a valorar "la limosna como obra de misericordia" y a "no poner la confianza en los bienes efímeros". "El sudario no tiene bolsillos", ha recordado.

   Así, durante el rezo del Ángelus dominical con los fieles congregados en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, ha urgido a los católicos a que "la esperanza de poseer el reino de la eternidad" sea un impulso para "trabajar para mejorar las condiciones de la vida terrena" y "especialmente la de los hermanos más débiles".

   Francisco ha comentado las tres parábolas del pasaje del Evangelio de este domingo y ha invitado a los católicos a mantener "una vida vigilante" ante la llamada de Dios y a estar "prestos a atender al Señor" y experimentar la "alegría de hacerlo con prontitud".

   Aún así, ha precisado que esta debe ser "una espera laboriosa" y ha recomendado pedirle a la Virgen "no ser personas y comunidades varadas en el presente o, peor, nostálgicas del pasado, sino encaradas hacia el futuro con Dios".

   Por otra parte, se ha mostrado convencido de que "tantas injusticias, violencia y maldades cotidianas" nacen en realidad de "comportarse como patrones de la vida de los otros". "Tenemos un solo patrón, aunque no le guste llamarse patrón. Prefiere que le llamemos padre", ha subrayado.

BOMBARDEOS SOBRE ALEPO

   Francisco ha tenido también un recuerdo para los habitantes de Siria, y ha condenado la muerte de civiles en los bombardeos sobre la ciudad de Alepo.

   "Es inaceptable que tantas personas indefensas, también tantos niños, deban pagar el precio del conflicto, el precio de la cerrazón de corazón y de la falta de voluntad de paz de los poderosos", ha clamado.

   Francisco ha pedido a la Iglesia "cercanía en la oración y solidaridad" con "los hermanos sirios" a quienes ha encomendado a la "maternal protección de la Virgen".