Actualizado 29/03/2017 19:52

El Papa pide a la FAO una política efectiva "más allá de palabras bonitas"

   ROMA, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -

   El Papa ha advertido ante la Organización de las Naciones Unidas de la Alimentación y la Agricultura (FAO) de que las próximas "tensiones" entre países que serán causadas por el cambio climático, al tiempo que ha instado a intervención política más efectiva que vaya más allá de las "palabras bonitas". "Ya no basta impresionarse y conmoverse ante quien, en cualquier latitud, pide el pan de cada día. Es necesario decidirse y actuar", ha recalcado.

   A su juicio, todos están llamados a cooperar para que el desarrollo no sea sólo prerrogativa de unos pocos: los responsables políticos, los productores, los que trabajan en el campo, en la pesca y en los bosques, y todos los ciudadanos.

   "En el sector del que se ocupa la FAO está creciendo el número de los que piensan que son omnipotentes y pueden pasar por alto los ciclos de las estaciones o modificar indebidamente las diferentes especies de animales y plantas, provocando la pérdida de esa variedad que, si existe en la naturaleza, significa que tiene, y ha de tener, una función. Obtener una calidad que da excelentes resultados en el laboratorio puede ser ventajoso para algunos, pero puede tener efectos desastrosos para otros", ha reflexionado.

   Francisco ha hecho estas reflexiones en un mensaje remitido al director general de la FAO, José Graziano da Silva, con motivo de la Jornada Mundial de la Alimentación que este organismo de la ONU ha dedicado al tema 'El clima está cambiando. La alimentación y la agricultura también'.

   "Creo interpretar el deseo de muchos al pedir que los objetivos recogidos en el Acuerdo de París no queden en bellas palabras, sino que se concreten en decisiones valientes para que la solidaridad no sea sólo una virtud, sino también un modelo operativo en la economía, y que la fraternidad ya no sea una simple aspiración, sino un criterio de gobernabilidad nacional e internacional", ha señalado.

   Asimismo, ha reclamado a la FAO que huya de los "fáciles sofismas" que se esconden tras los datos estadísticos o las previsiones contradictorias sobre el fenómeno del cambio climático y vaya más allá de la simple "enumeración de sus múltiples efectos". "Hemos de reconocer, ante todo, que los diferentes efectos negativos sobre el clima tienen su origen en la conducta diaria de personas, comunidades, pueblos y Estados", ha enfatizado.

   Así, ha remarcado que la cuestión del clima "agrava" ante todo las condiciones de vida de los más marginados y ha reclamado decisiones políticas "programadas" y no resultado de las "emociones de un instante" que preserven el planeta.

   También ha recordado que las personas que trabajan en el campo, en la ganadería, en la pesca artesanal, en los bosques, o viven en zonas rurales "experimentan que, si el clima cambia, también sus vidas cambian", fenómeno que ha relacionado con las migraciones.

   "Su diario acontecer se ve afectado por situaciones difíciles, a veces dramáticas, el futuro es cada vez más incierto y así se abre camino la idea de abandonar casas y afectos", ha observado, al tiempo que ha alabado la sabiduría de las comunidades rurales

   En este sentido, ha señalado que es una cuestión que se refleja directamente en las emergencias diarias que las instituciones intergubernamentales, como la FAO, están llamadas a afrontar y tratar.

   "No podemos olvidar que es también el clima el que contribuye a que la movilidad humana sea imparable. Los datos más recientes nos dicen que cada vez son más los emigrantes climáticos, que pasan a engrosar las filas de esa caravana de los últimos, de los excluidos, de aquellos a los que se les niega tener incluso un papel en la gran familia humana", ha lamentado.