Actualizado 24/07/2006 20:52

Paraguay.- Hoy comienza el juicio por el incendio en un supermercado que provocó la muerte de 400 personas hace dos años


ASUNCIÓN, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -

Hoy se inicia en Paraguay el juicio contra los tres presuntos responsables de las muertes de 400 personas el 1 de agosto de 2004, cuando se incendió el supermercado Ycuá Bolaños-Botánico, en Asunción. El siniestro dejó también 500 heridos y 200 huérfanos.

Serán procesados el entonces dueño del local siniestrado, Juan Pío Paiva, su hijo Víctor y el guardia de seguridad del establecimiento que en ese momento se encontraba trabajando, Daniel Areco, quien supuestamente ordenó cerrar las puertas al iniciarse el incendio. Los tres están acusados de homicidio doloso y lesión grave.

El fiscal responsable del caso, Edgar Sánchez, adelantó esta mañana que pedirá una condena de 25 años de cárcel para los acusados. Casi de 200 testigos comparecerán ante el tribunal durante el proceso, entre los que destacan el presidente de Paraguay, Nicanor Duarte, el senador Miguel Carrizosa y el ex fiscal general Óscar Latorre, según informa el diario paraguayo 'Neike'.

Paiva, su hijo y el ex guardia de seguridad están acusados de ser los responsables de haber ordenado el cierre de las puertas del supermercado después de haberse iniciado el fuego para evitar que los clientes salieran del local sin abonar sus compras.

MANIFIESTO DE LAS VÍCTIMAS

Anoche, centenares de víctimas del incendio y familiares de los fallecidos iniciaron una vigilia en el monumento conmemorativo construido junto al edificio siniestrado y hoy se desplazarán en manifestación hasta la sede del Juzgado, según indica el diario 'Última hora'.

En un manifiesto 'Por la Justicia', la Coordinadora de Víctimas, Familiares y Personas Amigas, el Grupo de Familiares de Desaparecidos y la Asociación de Víctimas hicieron un llamamiento a los magistrados para que tengan "coraje, integridad y compromiso con la verdad". Asimismo, acusaron a "un sistema político, económico y empresarial, donde los pañales, los insecticidas, la carne, los vinos o los perfumes valen más que la vida de las personas", y pidieron el "castigo a los responsables".

En su manifiesto, las víctimas hablan de "esperas angustiadas, rebeldía frustrada, reclamos inútiles, conciencias coimeadas, jueces cobardes, chicanerías vergonzosas, robos indecentes, mentiras descaradas, calumnias desvergonzadas". Sin embargo, alegan que "en las manos de los jueces está la diferencia de abrir las puertas de la Justicia".