Actualizado 02/08/2006 03:11

Paraguay.- Miles de personas recuerdan en Asunción a las 432 víctimas del incendio en un supermercado hace dos años


ASUNCIÓN, 2 Ago. (EP/AP) -

Unas 2.000 personas se manifestaron ayer, martes, en Asunción para rendir homenaje a las víctimas del trágico incendio del centro comercial Ycuá Bolaños ocurrido el 1 de agosto de 2004 en la periferia de la capital y en el que fallecieron 432 personas y más de 600 resultaron heridas.

Familiares y amigos de las víctimas se reunieron en el establecimiento siniestrado, donde participaron de una misa y, posteriormente, gritaron consignas, algunas ofensivas, contra los propietarios del local, Juan Pío Paiva y su hijo, Víctor Paiva.

Ambos empresarios están siendo juzgados actualmente por un tribunal por estos hechos. La fiscalía solicitó 25 años de cárcel para cada uno por los supuestos delitos de omisión de ayuda y homicidio doloso.

Bomberos, agentes de la policía, supervivientes y el propio presidente paraguayo, Nicanor Duarte, testificaron que tras propagarse el incendio dentro del local, los propietarios ordenaron a los guardias que bloquearan las puertas para evitar, supuestamente, que los clientes abandonaran el local sin abonar sus compras.

En el caso del jefe de Estado, durante su declaración ante el tribunal aseguró que "las puertas estaban cerradas, razón por la cual el personal policial y otras personas buscaron desesperadamente una salida alternativa para rescatar a las víctimas".

La orden de bloqueo resultó fatal porque en pocos minutos las llamas y el humo tóxico mataron a gran parte de los clientes, cuyo número en aquel día se estima era de unas 2.000 personas.

Ramón Martínez, quien perdió a su esposa de 36 años y una hija de cuatro, declaró a los medios de comunicación que "además de la pena carcelaria para los Paiva", los familiares quieren una "autorización para demoler el edificio y convertirlo en plaza pública con una placa de mármol con el nombre de todos los que murieron, como un testimonio de la negligencia de empresarios codiciosos que sólo querían salvar su dinero y no a los humanos".