Actualizado 28/08/2009 05:14

Peligran reformas a salud EEUU sin demócrata Kennedy

Por Svea Herbst-Bayliss y Donna Smith

BOSTON/WASHINGTON (Reuters/EP) - Los demócratas estaban preocupados el jueves por llenar rápidamente el asiento del Senador Edward Kennedy, para asegurar que el esfuerzo del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, por reformar el sistema de salud del país sea aprobado en el Congreso.

Miembros de una de las dinastías políticas más famosas de Estados Unidos dieron una despedida privada al patriarca con una misa en su residencia en Hyannis Port, Massachusetts, antes de llevar su cuerpo a Boston para recibir saludos públicos el viernes en la biblioteca presidencial John F. Kennedy y para su funeral el sábado.

Además de perder al líder de la reforma de salud en el Congreso, la muerte de Kennedy el martes costó a su partido el esencial voto número 60 en el Senado, necesario para que los demócratas puedan evitar maniobras tácticas de republicanos para detener el programa.

La legislación de Massachusetts dejaría el cargo abierto por cinco meses, período en el que se podría realizar una elección especial.

Sin embargo, mientras agonizaba, Kennedy pidió a legisladores estatales que permitieran que el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, nombrara a un reemplazante temporal.

Tras la muerte de Kennedy, Patrick y el senador John Kerry pidieron que legisladores estatales revisaran rápido la solicitud de Kennedy.

"Es una petición particularmente oportuna para un momento en que importantes propuestas están pendientes en el Congreso", declaró Patrick a la prensa.

Sin el voto y el liderazgo de Kennedy, el Partido Demócrata enfrenta el desafío de tratar de sacar adelante su visión de la reforma al sistema de salud estadounidense de 2,5 billones de dólares o lograr un acuerdo que atraiga a los republicanos y los demócratas conservadores.

ACALORADO DEBATE PUBLICO

Kennedy dijo que proveer un seguro de salud para todos los estadounidenses era "la causa de mi vida" y su ausencia en el Capitolio mientras luchaba contra el cáncer pudo contribuir a las fricciones en el debate público sobre el sistema de salud en agosto.

El senador republicano Orrin Hatch en varias ocasiones dijo lamentar la ausencia de Kennedy, señalando que el líder demócrata podría haber negociado un acuerdo bipartidista sobre el sistema de salud.

El Congreso regresará en septiembre a trabajar en un plan de reforma de salud criticado por muchos debido a su alto costo, por recortar el programa estatal de asistencia a ancianos y por lo que algunos ven como llevar a Estados Unidos a un sistema de salud regido por el Estado.

"Creo que habrá una verdadera presión sobre los demócratas de 'hacer esto por Teddy'. Este fue el trabajo de su vida", señaló Jim Kessler, vicepresidente de política de Third Way, un centro de estudios demócrata, sobre la reforma al sistema de salud.

"Al mismo tiempo no hay nadie en el mundo político que pueda ser mejor resolviendo nuestros desacuerdos internos", agregó.

John Rother de la Asociación Estadounidense de Personas Jubiladas (AARP, por su sigla en inglés), un grupo que representa a ancianos estadounidenses, aseveró: "Probablemente resultará en más dedicación de los demócratas, pero quién sabe cuál será el impacto en el público y los republicanos".

La campaña para nombrar a un senador interino enfrenta críticas de algunos republicanos, que destacaron que los demócratas cambiaron la ley en el 2004 para eliminar la posibilidad de que el entonces gobernador Mitt Romney nombrara a un republicano para reemplazar a Kerry, quien se había lanzado a la carrera presidencial.

FAMILIA SE REUNE EN BOSTON

En el recinto de la familia en Hyannis Port, la esposa del senador, Victoria, sus nietos y sobrinos, incluyendo Caroline Kennedy y Maria Shriver observaron cómo una guardia de honor militar conducía el féretro cubierto por una bandera y lo depositaba sobre una carroza fúnebre negra.

Una multitud rodeó la ruta de la caravana que transportó a los 85 miembros de la familia mientras se dirigía a Boston, camino a la Biblioteca John F. Kennedy Library, donde se encuentra ahora el cuerpo del difunto senador.

Miembros de la familia agradecieron a algunas de las cientos de personas que esperaban en la fila afuera de la biblioteca para pasar a dejar sus respetos. "Toda la familia está conmovida por esta muestra de afecto", declaró Robert Kennedy, hijo de Bobby Kennedy.

El presidente Obama pronunciará un discurso durante el funeral en la basílica de Boston el sábado, al que también asistirán tres de los cuatro ex presidentes de Estados Unidos aún vivos: Jimmy Carter, Bill Clinton y George W. Bush.

Un portavoz de George H.W. Bush, de 85 años, dijo que el ex mandatario no asistirá. Debido a su edad, es "algo difícil" viajar para él, aunque ha hablado por teléfono con la viuda de Kennedy, dijo el portavoz Jim Appleby.

Kennedy será enterrado en la tarde de ese mismo día en el histórico cementerio militar de Arlington, en las afueras de Washington, donde yacerá cerca de la tumba de sus hermanos John y Robert.