Publicado 21/09/2015 20:34

Peregrinos van a ver a la patrona de Cuba horas antes de la llegada del Papa

   LA HABANA, 21 Sep. (Reuters/Notimérica) -

   En autobús, en carreta y hasta caminando, miles de cubanos llegaban al extremo oriental de la isla para rendirle tributo a su patrona, la Virgen de la Caridad del Cobre, horas antes de que el Papa Francisco llegara al lugar.

   A pesar del abrasador sol caribeño, los más devotos recorrieron cientos de kilómetros para encontrarse con su "Cachita", como le dicen cariñosamente, y pedirle que interceda para lograr su cometido o agradecerle por un favor hecho.

   Maydelin Salazar, por ejemplo, viajó en autobús casi 900 kilómetros desde La Habana hasta el pequeño pueblo de El Cobre, al pie de la Sierra Maestra, para agradecerle a la Virgen por haberle permitido graduarse en medicina.

   "He viajado a pagarle una promesa", dijo Salazar, de 26 años, dejando una copia de su título universitario que le permitirá ser parte del selecto grupo de profesionales cubanos de la salud que trabaja en el extranjero y gana sueldos mucho más elevados que los que se pagan en la isla.

   "Aprovechando la visita del Papa, le he pedido otro favor", agregó colocando un papel en un altar donde se acumulaban galones militares pidiendo un ascenso, estetoscopios solicitando el título de médico y hasta una pelota de béisbol agradeciendo por haber fichado como jugador de las Grandes Ligas.

   Entre los objetos más valiosos dedicados a la Virgen, hasta mediados de la década de 1980 se mantuvo allí la medalla de oro que el escritor estadounidense Ernest Hemingway obtuvo tras ganar el Nobel de Literatura. La Iglesia decidió guardarla en secreto tras recuperarla luego de que unos ladrones la robaran.

   Luego de depositar su ofrenda, los peregrinos prenden una vela y rezan a la imagen de oro de la Virgen, que se conserva dentro de una iglesia construida en su honor y donde el Papa llegará la noche del lunes y celebrará una misa el martes.

   A la salida, los fieles se llevan piedras de la antigua mina cercana, con pequeñas partículas de cobre que destellan, para guardarlas en casa, bolsillos o bolsos como amuleto.

GRAN DEVOCIÓN.

   La leyenda cuenta que a principios del siglo XVII, tres niños esclavos subieron a una pequeña balsa y salieron en busca de sal a la bahía de Nipe, en la costa nororiental de la isla.

   Tras días de mal tiempo, encontraron una imagen de la Virgen María, con el niño Jesús en brazos, sobre una tablilla de madera que flotaba sobre el agua con la inscripción "yo soy la Virgen de la Caridad". Uno de ellos juró que la imagen estaba seca a pesar de la fuerte tempestad.

   Con la aparición, las aguas se apaciguaron y los niños pudieron llevar la imagen a la costa.

   Hoy, esa misma tablilla cuelga de una de las paredes de la iglesia dedicada a la Virgen, erigida en las colinas de la Sierra Maestra, la mayor cordillera del país, y desde donde Fidel Castro comandó la revolución que llevó al derrocamiento del dictador Fulgencio Batista en 1959.

   Al lado de la pieza de madera, medallas de esos guerrilleros barbudos adornan las paredes.

   Pero no sólo los católicos son devotos de la imagen. La santería, practicada por 6 de cada 10 cubanos, le rinde tributo a la Virgen de la Caridad con el nombre de 'Oshun'.

   Una maestra de escuela que profesa la santería, Alicia González, llegó hasta El Cobre a pedir un curioso favor. "Le he pedido a la Virgen que ilumine al Papa Francisco para que pueda seguir ayudándonos a mejorar nuestras relaciones con Estados Unidos", dijo González, cuyos familiares viven en Miami, depositando dos pequeñas banderas de Estados Unidos y Cuba.

   El Papa jugó un papel vital en el histórico deshielo entre los dos enemigos de la Guerra Fría, que llevó en julio al restablecimiento de sus respectivas embajadas tras más de medio siglo de hostilidades.