Actualizado 20/01/2015 20:15

Permiten a un preso musulmán de Arkansas dejarse barba por religión

Permiten a un musulmán tener barba en una cárcel de EEUU
Foto: YOTUBE

   WASHINGTON, 20 Ene. (Reuters/EP) -  

   El Tribunal Supremo ha autorizado a un preso de un centro penitenciario de Arkansas a llevar barba corta, una decisión que supone un varapalo para la reglamentación en materia penitenciaria en ese estado, que prohíbe que los reclusos lleven barba.

   Los magistrados han adoptado su fallo sobre el preso Gregory Holt por nueve votos a favor y ninguno en contra. Con su decisión, el Supremo rechaza los argumentos de las autoridades de este estado, que mantienen que esta política contra las barbas es necesaria por motivos de seguridad.

   El juez Samuel Alito, en representación del Supremo, ha argumentado que las autoridades ya revisan la ropa y el cabello de los presos y que no han aportado ninguna razón para justificar que no pueden revisar las barbas de los reclusos.

   En este sentido, ha dicho que el "interés" de las autoridades penitenciarias" en "eliminar el contrabando" no puede "sustentar su negativa a permitir" que un preso se deje una barba de media pulgada de extensión.

   En su solicitud, el preso Holt argumentó que la prohibición de dejarse crecer el vello facial salvo "un bigote claramente recortado" viola sus derechos religiosos, amparados por una ley federal de 2000. Los abogados de Holt señalaron que más de 40 estados y gobiernos federales permiten a los reclusos llevar barba corta.

   Holt pidió que le dejaran llevar barba corta por sus creencias musulmanas pero no se lo permitieron por la normativa estatal. El preso está cumpliendo cadena perpetua por robo y violencia doméstica en la prisión de Varner Supermax, según ha indicado el Departamento Penitenciario de Arkansas.

   Eric Rassbach, abogado del Fondo Becket para la Libertad Religiosa, que representa a Holt, ha elogiado la decisión del Supremo. "Es una gran victoria para la libertad religiosa y para todos los americanos. Más de 43 sistemas penitenciarios en todo el mundo permiten a los prisioneros dejarse barba de media pulgada y al menos 41 sistemas penitenciarios permitirían llevar una barba más larga", ha dicho Rassbach.

   "Lo que el Tribunal Supremo ha dicho hoy es que las autoridades no pueden imponer restricciones arbitrarias a la libertad religiosa solo porque crean que el Gobierno tiene razón", ha afirmado Rassbach.

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