Actualizado 05/10/2015 12:36

Las personas que viven en pobreza extrema serán menos del 10% en 2015

   El África Subsahariana sigue siendo la región con más pobres del mundo

   MADRID, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -

   El objetivo de acabar con la pobreza para 2030 podría estar más cerca a juzgar por las últimas proyecciones del Banco Mundial que prevé que en 2015 el número de personas que viven en situación de pobreza extrema en todo el mundo probablemente bajará del 10 por ciento a nivel mundial.

   Así, el Banco Mundial proyecta que la pobreza en el mundo habrá disminuido de 902 millones de personas (el 12,8 por ciento) de la población mundial en 2012, a 702 millones de personas, es decir, el 9,6 por ciento de la población mundial en 2015, entendiendo vivir en la pobreza a aquellos que lo hacen con menos de 1,9 dólares al día.

   Para el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, las continuas e importantes reducciones de la pobreza son el resultado de las sólidas tasas de crecimiento registradas en los países en desarrollo en los últimos años, las inversiones en la educación y la salud de las personas, y las redes de protección social que ayudan a evitar que la gente vuelva a caer en una situación de pobreza.

   No obstante, ha advertido de que debido a la ralentización del crecimiento de la economía mundial, al hecho de que muchas de las personas que siguen siendo pobres en el mundo viven en estados frágiles y afectados por conflictos, y a la considerable profundidad y amplitud de la pobreza que aún existe, el objetivo de erradicar la pobreza extrema sigue siendo muy ambicioso.

LA MEJOR NOTICIA

   "Ésta es la mejor noticia del mundo actual: estas proyecciones nos muestran que somos la primera generación de la historia de la humanidad que puede poner fin a la pobreza extrema", ha resaltado Kim en un comunicado.

   "Este nuevo pronóstico de la reducción de la pobreza a cifras de un dígito debería darnos nuevo ímpetu y ayudarnos a enfocar nuestra atención con más claridad aún en las estrategias más eficaces para poner fin a la pobreza extrema", ha añadido.

   El presidente del Banco Mundial ha reconocido que "será sumamente difícil, sobre todo en un período de menor crecimiento mundial, mercados financieros volátiles, conflictos, altas tasas de desempleo de los jóvenes, y un impacto cada vez mayor del cambio climático".

   Pero, ha insistido, "este objetivo sigue estando a nuestro alcance, en la medida que nuestras grandes aspiraciones estén acompañadas de planes impulsados por los países que ayuden a los millones de personas que aún viven en la pobreza extrema".

ÁFRICA SUBSAHARIANA

   De acuerdo con el Banco Mundial, la pobreza sigue concentrándose en el África Subsahariana y Asia meridional. En 1990, en Asia oriental se encontraba la mitad de los pobres del mundo, mientras que alrededor del 15 por ciento de ellos vivía en África Subsahariana.

   Según los pronósticos de 2015, esta situación se ha invertido casi totalmente y ahora el África Subsahariana representa la mitad de los pobres del mundo, mientras que alrededor del 12 por ciento de ellos vive en Asia oriental. La pobreza está disminuyendo en todas las regiones, pero se está agudizando y volviendo más persistente en países afectados por conflictos o que dependen excesivamente de la exportación de productos básicos.

   En este sentido, el organismo ha expresado "gran preocupación" por el hecho de que la pobreza mundial se esté concentrando cada vez más en el África Subsahariana, si bien la tasa ha bajado del 56 por ciento en 1990 a una tasa proyectada de 35 por ciento en 2015. El acelerado crecimiento de la población sigue siendo un factor clave que mitiga los progresos en muchos países.

   En el caso de Asia oriental y el Pacífico, la tasa de pobreza bajaría del 7,2 por ciento en 2012 al 4,1 por ciento de su población; en América Latina y el Caribe, del 6,2 por ciento en 2012 al 5,6 por ciento; en Asia meridional, del 18,8 por ciento en 2012 al 13,5 por ciento en 2015, y en África Subsahariana, del 42,6 por ciento en 2012 al 35,2 por ciento en 2015.

   El Banco Mundial no dispone de datos actualizados y fiables sobre la pobreza en Oriente Próximo y Norte de África debido a la situación de conflicto y fragilidad en que se encuentran países clave de esa región.