BARCELONA, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
Unos hallazgos en las excavaciones de Nasca (Perú) realizadas por un equipo de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y de la Universidad de Almería han permitido señalar que existió un poder político en la costa sur de Perú hace unos 2.000 años y basado en el ejercicio de la violencia, según informó la UAB.
Concretamente, se trata de una aristocracia situada en Cahuachi que ejercía su dominio sobre otras comunidades más empobrecidas del valle de Nasca.
Entre la información obtenida a la necrópolis de El Trigal, que se engloba dentro del 'Proyecto La Puntilla' destaca la realización de ciertas manipulaciones a algunos cuerpos encontrados en las tumbas. Una de ellas consiste en la deformación del cráneo para obtener "cabezas largas".
Esta práctica se realizaba en la infancia presionando la cabeza con unas maderas. Las "cabezas alargadas" son características de la aristocracia de las tumbas de Paracas y numerosos estudios atribuyen este trato como una manera de conseguir distinción de los grupos dominantes.
En este sentido, llama la atención su aparición en un individuo enterrado en la necrópolis de una comunidad empobrecida como el valle de Nasca, según informó la Universitat Autónoma.
Este hallazgo desata otras incógnitas. Por ejemplo, si se trata de una familia dominante, o es una práctica aliena al hecho de pertenecer a algún grupo dominante o era una manera de identificar a los individuos que ejercían actividades específicas.
Asimismo, en otra tumba han aparecido junto al cuerpo de una mujer, las piernas y los pies de otro individuo. Según los investigadores, la decapitación y la desmembración del cuerpo era frecuente entre los primeros estados de la región andina, por lo que no descartan una acción intencionada.
Las investigaciones del 'Proyecto La Puntilla' se ampliarán con un programa de análisis de ADN para obtener evidencias sobre la filiación de los individuos sepultados en la necrópolis.