VALENCIA, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Generalitat valenciana y la ONG 'Intervención, Ayuda y Emergencias' (IAE) anunciaron hoy la elaboración de un convenio por el cual la organización solidaria colaborará con el servicio de emergencias de la Comunitat en la localización de víctimas con equipos caninos y la aportación de su "experiencia" en intervenciones en diferentes catástrofes, como la vivida recientemente en Perú de donde regresaron el 20 de agosto tras participar en tareas de rescate de las víctimas del terremoto.
Así lo indicó, el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, tras mantener una reunión con el presidente de la ONG, Moisés Benlloch, quien le informó de las acciones llevadas a cabo por un grupo de diez voluntarios en la región peruana afectada por el seísmo.
Castellano, que destacó la formación de IAE como un equipo "multidisciplinar" de ayuda, y el trabajo de sus perros de búsqueda, aseguró que la colaboración se establecerá con "una protocolización de las necesidades que planteen" las acciones de la organización.
Por su parte, Benlloch consideró que a pesar de las limitaciones que tiene la ONG, se puede aprovechar la "efectividad" de los perros de localización y rescate para trabajar dentro de la Comunitat donde existen servicios "preparados" como bomberos y sanitarios a los que ellos guiarán y ayudarán "en lo que necesiten".
De este modo, el conseller indicó que su departamento y la ONG se reunirá en próximas ocasiones para tratar de cristalizar este convenio que, en su opinión, servirá "para evitar desgracias humanas y materiales", y para "optimizar" el sistema de emergencias de la Generalitat.
Castellano agradeció "el trabajo, el esfuerzo y la entrega" de los voluntarios de IAE a los que mostró como "un ejemplo de solidaridad para la sociedad" ante situaciones "difíciles" como el rescate de víctimas del terremoto que se produjo en el país sudamericano.
El presidente de la ONG lamentó no haber encontrado supervivientes durante los trabajos de localización y rescate que practicaron durante su estancia en la ciudad de Pisco. Benlloch aseguró que la supervivencia de las víctimas de derrumbamientos "fue imposible" debido al uso de adobe en las construcciones que resultó "asfixiante" para los sepultados.
El voluntario afirmó que en los cinco días en los que trabajaron "ininterrumpidamente" no vieron "ni pillaje ni delincuencia", sino "buena coordinación". Reconoció que en los primeros días tras los temblores, los "fallos en la distribución" originaron una "crisis humanitaria" que, a su juicio, había mejorado cuando abandonaron la zona.
Benlloch declaró que la intervención que más le impresionó ocurrió en los rescates en la iglesia de San Clemente de Pisco, donde, según relató, 300 personas asistían a un acto religioso cuando el templo se vino abajo a causa de los temblores. El bombero precisó que 150 de los asistentes quedaron bajo los escombros y solo dos salieron con vida.
Aseguró que el país andino necesitará ayuda para su reconstrucción. Benlloch afirmó que IAE está informando a diversas organizaciones sobre la situación de la zona afectada para la realización de proyectos de cooperación al desarrollo en una región que, según recalcó, se trataba de una "zona empobrecida" y que lo es "mucho más en estos momentos".