MADRID, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
La crisis política y social abierta en Venezuela, que ha empujado a más de tres millones de personas a abandonar el país, ha dejado en una situación de especial vulnerabilidad a las niñas, que corren el riesgo de ser víctimas de violencia y explotación, ha alertado este miércoles la ONG Plan International.
La ONG ha puesto en marcha un plan de respuesta con el que quiere atender a 175.000 personas en Colombia, Ecuador, Perú y Brasil, principales países de acogida de los migrantes. Además de colaborar en la distribución de suministros básicos, también ha puesto en marcha Espacios Amigos de la Infancia para que los niños jueguen y se socialicen.
La directora de Plan en América Latina y el Caribe, Debora Cobar, ha incidido en que la "prioridad" de la respuesta debe ser garantizar los derechos de quienes están "en una situación más vulnerable", con un especial foco en la infancia y, en particular, en las niñas.
"La migración forzada expone a los niños y jóvenes, especialmente a las niñas y mujeres, a un mayor riesgo de violencia, abuso, explotación y abandono (...), ya que las estructuras de protección, las redes y sistemas existentes, se rompen", ha explicado por su parte Concha López, directora general de Plan International en España.
María huyó al norte de Ecuador y ahora participa en los proyectos que la ONG ha creado para jóvenes residentes en refugios temporales. Ella misma ha contado detalles de un viaje que arrancó cuando salió de casa junto a su padre y que duró "mucho tiempo", con unos cinco días a bordo de un autobús.
"Cuando cruzamos a Colombia, nos asustamos porque había muchísima gente. Los que no tenían sus documentos cruzaron por el río, con sus maletas y todo, con el agua subiendo. En la frontera ecuatoriana tuvimos que esperar mucho, durmiendo allí, hasta que llegó nuestro turno", ha explicado.
Naciones Unidas ha advertido de que el flujo migratorio seguirá constante este año y teme incluso que la cifra supere en 2019 los cinco millones. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) lideran la respuesta internacional a la crisis.