Actualizado 01/08/2015 16:49

Policía mexicana emplea la tortura para obtener confesiones de crímenes

   MÉXICO DF, 1 Ago. (Notimérica) -

   Yecenia Armenta cumple condena por reconocer el asesinato de su marido tras soportar el interrogatorio de la Policía de México de casi 15 horas con golpizas, violaciones y amenazas en contra de sus hijos. Los exámenes médicos fallaron al documentar la magnitud de sus lesiones y ahora es la imagen de la campaña de Amnistía Internacional para terminar con la tortura generalizada e impunidad en México.

   Armenta lleva casi tres años en prisión, desde que el 2012 fuera víctima de la tortura policial para firmar la confesión de un delito que, según afirma, nunca cometió.

   En 2012 fue arrestada por policías mexiquenses vestidos de civiles, cuando acercaba a sus familiares al aeropuerto de Cualicán (Sinaloa), ubicado en el norte de México. Las autoridades detuvieron su automóvil, la ordenaron bajar de él y vendaron sus ojos para trasladarla a unas instalaciones donde poder interrogarla.

   "Deseé que me metieran una bala en la cabeza para terminar con todo", recoge su testimonio Amnistía Internacional (AI) en una petición para solicitar a las autoridades mexicanas su puesta en libertad, así como revisar las recomendaciones de la ONU y las normas internacionales de los Derechos Humanos.

   Según relata la organización, las autoridades policíacas ataron a la mujer, la colgaron cabeza abajo, golpearon y violaron al tiempo que proferían violentas amenazas de muerte contra sus dos hijos, hasta que finalmente accedió a firmar una confesión y facilitar sus huellas dactilares, todo ello con los ojos cubiertos.

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   Después del interrogatorio, Yecenia fue sujeta a exámenes físicos por médicos de la misma dependencia que los policías agresores, quienes fallaron en documentar la magnitud de sus lesiones. Meses más tarde, personal médico forense de la Procuraduría General de la República (PGR) la revisaron y tampoco documentaron ningún indicio de tortura u otras formas de malos tratos.

   "Esto es típico en México, donde los exámenes oficiales de las víctimas de tortura no se ajustan a las normas internacionales, o se llevan a cabo demasiado tarde como para tener alguna utilidad", señala la organización.

   Hasta la fecha, varios expertos médicos independientes han examinado a Yecenia --en 2012 y 2014 por miembros del Consejo Internacional de la Rehabilitación para las Víctimas de Tortura-- y en ambas ocasiones se detectaron señales físicas y psicológicas que confirman la tortura.

   La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)emitió a principios de año una recomendación dirigida al gobernador del estado de Sinaloa, Mario López Valdez, en la que se denunció la tortura de Yecenia Armenta, demandó a los elementos de la Procuraduría General de Justicia estatal y ordenó la reparación del daño a través de atenciones médicas y psicológicas.

   El caso de Armenta, no aislado, forma parte de la campaña de Amnistía Internacional para terminar con la tortura en México que, según la Organización de Naciones Unidas, es generalizada e impune.

   Amnistía Internacional también ha solicitado una reforma de los exámenes médicos que se realizan a los sobrevivientes de las torturas y con ello implementar las recomendaciones de la ONU de revisar esta aplicación y ajustarse a los normas internacionales de Derechos Humanos, como lo es el Protocolo de Estambul.

   "Las víctimas de tortura merecen un examen inmediato y adecuado, y que sea realizado por expertos independientes a la PGR", subraya Amnistía Internacional en una carta dirigida al procurador general de Sinaloa, Marco Antonio Higuera Gómez.