SANTIAGO (Reuters/EP) - El presidente paraguayo, Fernando Lugo, quien reconoció la paternidad de un niño concebido cuando aún era obispo de la Iglesia Católica, consideró que es momento de "repensar" el celibato en la vida sacerdotal.
En una entrevista publicada el domingo en el diario chileno El Mercurio, Lugo dijo que ha vivido con "bastante serenidad" y rodeado de amigos la polémica que se generó luego de que admitiera públicamente en abril ser padre.
"Yo creo que el celibato es un valor dentro de la Iglesia, que se tiene que rescatar como un signo del reino de Dios. Cuando este signo se ha perdido, yo creo que es el momento de repensar el celibato hoy en América Latina y en el mundo", dijo Lugo.
"Creo que los últimos acontecimientos deberían llamarnos, a la Iglesia Católica, a una serena reflexión sobre el valor del celibato dentro de la Iglesia", agregó.
Lugo desató un escándalo que minó su popularidad cuando anunció que era el padre de un pequeño de dos años, fruto de su relación con una joven de 26 años a la que conoció cuando estaba al frente del obispado de San Pedro, en el norte de Paraguay.
Poco después de esa revelación, otra mujer introdujo una demanda en un juzgado del este del país para exigir a Lugo que reconozca a un menor de seis años, le dé su apellido y contribuya a su manutención.
"En mi caso, una paternidad, la que yo reconozco públicamente. Las otras son supuestas", enfatizó Lugo.
"Yo lo he vivido con bastante serenidad, con la cercanía de muchos amigos, y que el valor más grande está en el reconocimiento y en la verdad. Yo creo que la verdad es la que nos va a hacer libres. Hay que asumir las consecuencias. Cada uno es responsable de sus actos", afirmó al comentar como enfrentó las críticas tras admitir su paternidad.