Actualizado 23/06/2009 22:44

Presidente paraguayo dice versiones sobre paternidad continuarán

ASUNCION (Reuters/EP) - El presidente paraguayo, Fernando Lugo, salió al paso el martes a una nueva controversia desatada por acusaciones de violación a una mujer, la misma que lo demandó para exigirle el reconocimiento de un hijo, diciendo que el caso debe ser resuelto por su abogado.

Al ser consultado sobre la más reciente acusación de la mujer de 27 años, quien aseguró haber sido violada por Lugo en el inicio de su relación cuando éste era obispo de la diócesis de San Pedro en el norte de Paraguay, se limitó a decir que era un "capítulo" más en el asunto.

"Eso forma parte del segundo capítulo. Vamos a ver qué viene en el tercer capítulo", dijo Lugo en una conferencia de prensa en la sede del Gobierno, para agregar que su abogado sería el más indicado para responder sobre el tema.

El jefe de Estado, quien en abril reconoció ser el padre de un niño concebido con una joven cuando aún era obispo, fue demandado por Benigna Leguizamón, quien asegura haber tenido un hijo con el presidente también mucho antes de que éste colgara la sotana para dedicarse a la política.

Las denuncias contra Lugo, que asumió el Gobierno hace menos de un año, causaron un revuelo en el país -de mayoría católica-, afectaron su popularidad y fueron aprovechadas por sus detractores para lanzar duras críticas en su contra.

"La primera vez que tuvimos relaciones, Fernando Lugo me violó", dijo Leguizamón el lunes a la radio Magnificat de Ciudad del Este, localidad en la que reside y donde radicó la demanda hace dos meses.

El presidente justificó la decisión de recusar por segunda vez a la juez que lleva adelante la acción judicial, quien lo convocó a Ciudad del Este esta semana para la extracción de sangre necesaria para la prueba genética.

El abogado del presidente había solicitado que la muestra fuera extraída en la residencia presidencial. La recusación debe ser resuelta por una cámara de apelaciones.

En una entrevista publicada el sábado, Lugo aseguró que se sometería a la prueba de ADN y que estaba convencido de que el niño no era su hijo.