BUENOS AIRES, 30 Abr. (Notimérica) -
Los vecinos del porteño barrio de Constitución ven como, independientemente de la hora que sea, sus calles se llenan de mujeres que ejercen la prostitución ante la mirada de niños, hombres, mujeres y ancianos, sin que nadie haga nada. Ni la policía.
Las prostitutas dominan la calle de Constitución, una situación preocupante en la zona, ya que haya presencia o no de la policía, las mujeres ofrecen su cuerpo a cambio de dinero sin ningún pudor.
En esa misma zona se sitúa un centro de primera infancia del gobierno de la ciudad llamado Casitas, donde acuden, según datos oficiales, unos 180 niños de entre 45 y 4 años, y apenas a 100 metros está la escuela primaria Eustaquio Cárdenas.
Esta misma escena se repite en otras calles, donde la oferta de sexo en lugares no autorizados de la vía pública --penada por el Código Contravencional porteño-- se puede ver día tras días.
Según relata el diario 'La Nación', los vecinos y comerciantes de Constitución están cansados de esta situación. Se quejan, realizan denuncias ante las comisarías, pero nadie les ofrece respuesta ni una solución. "Están todo el día, la policía parece que las protege a ellas y no a nosotros", afirma un vecino del barrio.
Los comerciantes cuenta que ante esta situación, lo único que han podido hacer es acostumbrarse. "Están de lunes a lunes. Al principio me chocaba verlas en la puerta del local, pero ahora me da lo mismo. Trato de ponerme en el lugar de ellas y debe ser complicado. Me choca más por los chicos del barrio. Vas con tus hijos y ¿cómo les explicas cuando te preguntan qué hacen o por qué se visten así?", indica una propietaria.
El Ministerio Público Fiscal señaló que en 2015 se recibieron 610 denuncias por ofertas de sexo en la vía pública en Constitución, el doble que en 2014, según datos oficiales.
El fiscal general asegura ante el diario argentino que "la norma que rige la prostitución es un poco autoinmune. No se puede probar por gestos o vestimenta; la autoridad policial debe advertir una transacción. Es prácticamente imposible".
Sin embargo, señaló que la cosa cambia cuando este acto se realiza cerca de un colegio, en cuyo caso la policía tiene la obligación de actuar e impedir que trabajen allí. Portavoces del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño aclaran que están "trabajando para combatir las redes de trata que someten a las personas que ofrecen sexo en la vía pública".
Pero los vecinos aclaran que tras años de denuncias, las culpas circulan de un lado a otro sin dar una solución, una solución que aún se preguntan cuando llegará.