Actualizado 23/04/2016 16:26

Los pueblos de Ecuador tratan de salir adelante después del terremoto

People recover their belongings from a damaged hotel in Pedernales
REUTERS

   MADRID, 23 Abr. (Notimérica) -

   El terremoto de Ecuador del pasado 16 de abril, que hasta el momento se ha cobrado 600 víctimas mortales, ha dejado afectadas muchas localidades de la zona costera del país, por su proximidad al epicentro del sismo.

   En la parte sur de la provincia de Esmeraldas, donde los habitantes lo han perdido casi todo, dos de los pueblos afectados están intentando salir adelante después de la tragedia. Los ciudadanos de Chamanga ya empiezan a buscar soluciones para subsistir y muestran su solidaridad entre ellos.

   Los damnificados intentan improvisar pequeñas cabañas con los escombros para poder refugiarse con sus familias. Roberto Plaza, un maestro de 45 años, salió de su casa por temor a que se destruya por completo, ya que con el terremoto se cayeron dos paredes de la vivienda.

   "Construimos aquí porque tenemos miedo, estamos en una zona segura y sin postes, así nos protegemos hasta levantar nuestras casas", explicó el hombre a la agencia de noticias de Ecuador 'Andes'.

   Otros mientras tanto, se refugian en los seis albergues que el Ministerio de Inclusión Económica y Social ha habilitado para los ciudadanos del poblado y de las zonas colindantes.

   Los vecinos de Chamanga, que tiene al menos 5.000 personas afectadas, no saben cuánto tardará el Estado en reconstruir sus casas, por eso han optado por volver a sus trabajos y actividades cotidianas para conseguir dinero y levantar ellos mismos sus hogares.

   El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, anunció hace unos días que la reconstrucción de las provincias de Esmeraldas y Manabí, las dos más afectadas del país, costará millones de dólares y llevará años reconstruirlas.

   En los puertos pesqueros de Chamanga, los pescadores volvieron al mar para buscar comida para sus familias, para venderla y para donarla a los albergues. "Mi marido salió hoy al mar asustado, pero con esperanza de encontrar comida. Una parte la dejamos en el albergue para tener más variedad en la comida", declaró Glenda Rengifo, una mujer de 40 años que también perdió su casa, pero que está refugiándose en la vivienda de su hija, que quedó en pie.

   Las autoridades provinciales ya han visitado el pueblo costero y buscan incentivos para generar empleo en la zona. "Ahora lo que queremos es buscar nuevas fuentes de ingresos y capacitar a la gente de la zona para activar la economía con los recursos que tiene la gente", explicó el técnico de la Prefectura de Esmeraldas Nelson Villamarín, durante su visita a Chamanga.

   VUELVEN A SUS LABORES

   En Muisne, un pueblo insular de la provincia de Esmeraldas, los habitantes han retomado poco a poco sus actividades comerciales después del terremoto, con el fin de generar recursos y recuperar sus hogares.

   Algunos comercios han abierto sus puertas y los vendedores ambulantes ya se han echado a las calles para evitar perder lo poco que ha quedado de su negocio. Este es el caso de Carlos Zambrano, un comerciante que se dedica a la venta de avena polaca y que no dudó en salir de nuevo a la calle. "Los productos se pierden y no puedo perder más", declaró.