Publicado 21/04/2016 20:02

¿Puede considerarse la muerte del soldado colombiano una violación al cese al fuego de las FARC?

O profesional James Moreno Zogamozo, de 28 años de edad
COLPRENSA

   BOGOTÁ, 21 Abr. (Notimérica) -

   La muerte de un soldado a manos de un francotirador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) este miércoles en Caquetá, ha desatado una ola de protestas por parte del Ejército colombiano, ya que consideran que es una violación del cese al fuego unilateral que actualmente tiene decretado la guerrilla.

   El general César Augusto Parra, comandante de la Fuerza de Tarea Júpiter del Ejército, asegura que el soldado de 28 años fue víctima de un francotirador del frente tercero de la guerrilla "cuando se encontraba prestando seguridad en un operativo que buscaba erradicar unos cultivos de coca y destruir unos laboratorios para el procesamiento de droga", según recoge el diario local 'El Colombiano'.

   Según el oficial, las actividades de control que se desarrollan en Caquetá han generado la reacción de las FARC, "que no solo nos dejó la muerte de nuestro héroe de la patria, también ha provocado afectaciones a más soldados".

   El general considera que el Bloque Sur de la guerrilla quiere proteger sus recursos, razón por la que el Ejército realiza operaciones contra las actividades ilícitas en el área.

   El soldado, identificado como James Moreno Zogamozo, de 28 años de edad, resultó muerto después de un disparo de un francotirador de las FARC. El soldado era natural de El Paujil, Caquetá, y llevaba nueve años al servicio del Ejército Nacional.

   En el área fue atendido por enfermeros de combate, quienes lo estabilizaron y prestaron los primeros auxilios. Posteriormente fue evacuado en helicóptero a la clínica Medilaser de Florencia, donde fue intervenido quirúrgicamente y, tras un paro respiratorio, falleció.

   Para el decano de la facultad de Ciencias y Humanidades de Eafit, Jorge Giraldo, estos hechos no pueden pasarse por alto y deben servir para que se haga un llamamiento de atención en la mesa de negociaciones en La Habana.

   "La muerte de este soldado no debería pasar por alto en Cuba y se podría convertir en una oportunidad en la que el Gobierno ejerza una mayor presión para que las FARC no dejen de cumplir con lo acordado, mientras que para el grupo insurgente también debe servir para mantener ese esfuerzo en el que se comprometieron", apunta Giraldo.