MADRID, 13 Dic. (Notimérica) -
La Navidad es una época del año emocionante cuando eres pequeño, en gran medida, por la ilusión de las tradiciones populares como Papá Noel o los Reyes Magos. Sin embargo, a medida que se cumplen años, es posible que se vaya perdiendo el sentimiento navideño, ¿es posible crearlo de nuevo? Aquí te damos las claves para que vivas la Navidad como un niño.
1. LA DECORACIÓN Y LOS ESPACIOS.
Algo típico en la Navidad es la decoración: las luces, los árboles, las velas o los belenes se convierten en habituales en las calles, comercios y casas. Por eso, montar un árbol de Navidad que nos inspire, crear espacios hogareños que nos remitan a la navidad (o nos recuerden a la decoración de nuestra infancia) puede ser muy útil para reavivar el sentimiento navideño.
La psicología de los colores demuestra que hay estados de ánimo asociados con ciertos tonos. En navidad, los colores más utilizados son el rojo y el verde botella. El verde se relaciona con ideas como naturaleza, confianza, frescor, prosperidad, tradición o alegría, según ha publicado el portal 'Psicología del color'. Por su parte, el rojo transmite energía, pasión, dinamismo, poder e inspiración. Es un color que estimula y da energía.
2. CONTROLAR EL ESTRÉS.
Uno de los problemas en estas fechas es que se genera mucho estrés por la organización de los eventos y comidas, ya que las familias suelen ser numerosas y conseguir llegar a tiempo y controlar todos los imprevistos suele incrementar los niveles de ansiedad.
La Asociación de Psicología Estadounidense (APA, por sus siglas en inglés), ha dado algunas recomendaciones para conseguir reducir el estrés. En primer lugar, hay que comprender "cómo te estresas", lo que te ayudará a reconocer los síntomas y te permitirá adelantarte a ellos.
Además, hay que identificar las fuentes de estrés, para proponer alternativas a nuestra mente antes de situarnos en contextos que nos agobien. Por ejemplo, una opción es pensar en soluciones que nos desestresen, que deben basarse en hábitos saludables y no en opciones como comer o fumar, que a la larga son más perjudiciales y aumentan nuestra ansiedad, aunque al principio parezca que nos relajan.
También es útil asegurarse de tener "una mente y cuerpo saludables a través de actividades como yoga", según recomienda la APA. Aunque lo más importante es ser capaces de pedir ayuda. Si vemos que algo nos sobrepasa, lo mejor es comunicarlo a un amigo o familiar, seguro que hay alguien que puede ayudarte con los preparativos de la cena o a montar la mesa.
3. RUTINAS PARA CREAR EMOCIONES OLVIDADAS.
La mente es un poderoso aliado para reavivar el sentimiento navideño. Nuestra cabeza funciona a través de estímulos que producen reacciones, tanto conscientes como inconscientes. Por eso, tener una rutina navideña puede colaborar para volver a ilusionarse por estas fechas.
Una buena idea es recuperar hábitos que teníamos cuando éramos pequeños, como por ejemplo escribir la carta a los Reyes Magos o jugar al amigo invisible. Estas sencillas técnicas harán que recuperemos la ilusión por la navidad y nos permitirán, además, recibir regalos útiles.
También puedes organizar las semanas de navidad de forma que te de tiempo a realizar actividades navideñas, como ir a ver las luces de tu ciudad, visitar belenes públicos o tomar chocolate con churros. Si tu mente comienza a relacionar la navidad con momentos felices, te volverá a ilusionar y te permitirá conservar recuerdos positivos para las próximas navidades.
4. CUANDO SE TIENEN HIJOS.
Al llegar la Navidad muchos padres comienzan a pensar en los regalos para sus hijos, en qué juguetes les vendrán mejor o serán más didácticos. Sin embargo, lo que de verdad quieren los hijos es tiempo en familia, lo mejor de estas fechas.
Además, tener hijos puede ayudarte a recuperar la ilusión, sobre todo, si dedicas tiempo a hacer actividades con ellos. ¿Por qué no pruebas a hacer alguna manualidad con ellos? Algunas ideas pueden ser pintar dibujos navideños, hacer calcetines para colgar en la chimenea o adornos caseros para el árbol de navidad.
Si tu hijo ya es un poco más mayor, puedes cocinar con él algún plato o dulce navideño, pasaréis juntos un buen rato y adelantaréis trabajo para la cena de Navidad. Aunque si prefieres relajarte, la mejor opción puede ser una película en el cine o, quizá, para los más aventureros, una tarde en el circo, que vuelven en diciembre con funciones de payasos y malabares imposibles que harán las delicias de los más pequeños, pero también de los mayores.
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