Actualizado 23/10/2007 06:40

Puerto Rico.- La industria turística del Caribe condicionada por el cambio climático

SAN JUAN, 23 Oct. (EP/AP) -

La industria turística del Caribe, que representa el sustento de muchas economías de la región, debe prepararse para huracanes más intensos, sequías más frecuentes y el aumento del nivel del mar, resultantes del recalentamiento global, según advirtieron hoy numerosos expertos.

El Caribe, donde más de la mitad de la población vive a un kilómetro y medio de la costa, se enfrenta algunos de los mayores riesgos por el cambio climático, de acuerdo con un panel de expertos de la Organización Caribeña de Turismo, que se reúnen en San Juan. "La región en general es realmente vulnerable, su arena, su sol y sus playas", dijo Ulric Trotz, asesor científico del Centro de la Comunidad del Caribe sobre el Cambio Climático en Belice.

Trotz alegó que los Gobiernos deben limitar la construcción en zonas costeras que se erosionan, necesitan proteger los recursos naturales, incluidos los arrecifes de coral y los manglares, y tienen que dar otros pasos antes de que el recalentamiento global se acelere en las próximas décadas, como pronostican algunos expertos.

Actualmente, la temperatura ascendente del mar habría causado ya la muerte del coral, que representa una parte significativa del sustento de la vida marina, y habría provocado grandes tormentas. Este año fue el primero en que dos huracanes de categoría 5 en el Atlántico, Félix y Dean, tocaron tierra simultáneamente.

Aunque la influencia humana en el recalentamiento global sigue siendo un tema de controversia, los participantes argumentaron que la tendencia está influyendo en las decisiones de los inversionistas, sobre dónde construir hoteles. "Incluso si uno no cree en el cambio climático, esto es parte de la toma de decisiones en la industria", dijo Daniel Scott, especialista de la Universidad de Waterloo, en Canadá.

Muchos países han emprendido campañas que ponen el énfasis en el turismo sostenible. Barbados, que padece ya la escasez de agua potable, ha ordenado que los nuevos campos de golf construyan plantas de desalinización del agua, para el riego.