SAN JOSÉ, 7 Feb. (Notimérica) -
Este martes se hizo pública una denuncia al expresidente de Costa Rica y ganador del Premio Nobel de la Paz en 1987, Óscar Arias, por presunto abuso y acoso sexual. Pasados dos días, las acusaciones contra el exmandatario ya son cuatro: dos periodistas, una editora y una médico han denunciado haber sido acosadas y agredidas sexualmente por el que hoy en día sigue siendo una figura emblemática en Costa Rica.
Nacido en San José el 13 de septiembre de 1940, Óscar Arias es abogado, economista, politólogo y empresario que, entre 1986-1990 y 2006-2010 fue presidente de Costa Rica. Debido a su contribución en los procesos de paz de las guerras civiles sucedidas en Centroamérica durante los años ochenta, Óscar Arias fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1987.
Tras ganar las elecciones en el año 1986, Arias comenzó su mandato aplicando medidas económicas destinadas a bajar la deuda externa del país. Gracias a las políticas económicas de Arias, Costa Rica mantuvo ventaja en la región, siendo un país con una economía sana y un alto nivel de vida.
El Producto Interno Bruto (PIB) experimentó como promedio un incremento del 5 por ciento anual y una reducción de la tasa de desempleo que llegó a un 3.4 por ciento, la más baja del hemisferio. Este desarrollo económico tuvo como balance el desarrollo de un fuerte programa de bienestar social que incluía, entre otras cosas, proveer vivienda a los menos favorecidos de la sociedad.
Sin embargo, estas medidas también estaban enfocadas a encontrar la paz en América Central, golpeada por las guerrillas y la inestabilidad política. Arias convocó a los entonces presidentes de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, proponiendo llevar a cabo un proceso de pacificación, iniciado por el Grupo de Contadora, pero que se había paralizado por el conflicto civil en Panamá y a las tensiones entre Estados Unidos y Nicaragua.
El proceso de paz vio luz en Guatemala con la firma del denominado 'Plan Arias para la Paz', el 7 de agosto de 1987, acuerdo que también se le conoce como el 'Acuerdo de Esquipulas'. Sus esfuerzos pacificadores fueron reconocidos internacionalmente, además de por el Premio Nobel de la Paz, por el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 1988.
Con el premio económico procedente del premio nobel, Óscar Arias lo destinó en su totalidad a la creación y establecimiento de la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano. Se establecieron tres programas bajo el patrocinio de la Fundación: el Centro para el Progreso Humano, el Centro para la Participación Organizada y el Centro para la Paz y la Reconciliación. Desde esas bases, Óscar Arias ha continuado su búsqueda por alcanzar la paz global y la seguridad humana.
Óscar Arias intentó en varias oportunidades que se modificara la Constitución Política de Costa Rica para que se permitiera la reelección presidencial, la cual estaba expresamente prohibida. Finalmente fue aprobada después de que Arias llevara la petición a la sala constitucional. De esta manera, Arias accedió al poder nuevamente en 2006, permaneciendo en el poder hasta el año 2010. Este segundo mandato estuvo muy enfocado en la polémica aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
Negociado y suscrito por su antecesor, Abel Pacheco, Arias se mostró favorable a la ratificación del tratado durante su campaña electoral. Pero el tratado era difícil de ratificar. Arias estuvo envuelto polémica por el Memorándum del miedo, un documento en el que se detallan acciones que se debían poner en marcha para lograr el gane del Sí al TLC, acciones que reñían con la legalidad y con la ética de la función pública. Óscar Arias fue fuertemente criticado por no tomar ninguna acción en contra de este plan, además de ser acusado de poner en marcha algunas de esas tácticas.
A las recientes acusaciones de abuso sexual se suman dos acusaciones sobre Arias por prevaricación, por permitir en 2008 un proyecto minero canadiense en un corredor ecológico antes de que se presentaran los informes finales del impacto medioambiental que provocarían las obras. Por el momento, el expresidente está a la espera de que un tribunal decida si se llevará a cabo un juicio por los hechos.