Actualizado 30/01/2018 20:50

Hallan restos humanos de más de 2.400 años en una fosa en México

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   CIUDAD DE MÉXICO, 30 Ene. (Notimérica) -

   Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México han hallado en Tlalpan restos óseos humanos con una antigüedad de unos 2.400 años.

   La fosa en la que se hallaron los cuerpos entrelazados de al menos una decena de personas fue encontrada mientras se llevaban a cabo trabajos de salvamento arqueológico en terrenos de la Universidad Pontificia de México (UPM).

   Los restos, que han sido encontrados a una profundidad de entre medio metro y un metro bajo lo que fue un oratorio, representan el primer entierro de tal cantidad de personas que ha podido encontrarse del periodo preclásico en la Cuenca de México.

   El equipo de arqueólogos encabezado por la profesional Jimena Rivera ha podido encontrar más de 20 fosas en la zona después de cinco meses de trabajo. En seis de ellas había entierros individuales.

   Los restos se encontraban enterrados en fosas de forma circular conocidas como troncocónicas y que destacan por la perfección de los círculos que consiguieron quienes las llevaron a cabo.

   Entre los esqueletos hallados, los antropólogos han identificado 10 individuos diferentes. De ellos dos se han identificado como mujeres y otro como un hombre. La mayoría de los restos pertenecen a adultos aunque también se han encontrado restos de un joven, un pequeño de entre tres y cinco años y un niño de pocos meses.

   Los científicos creen que la situación en la que se encontraban entrelazados los cuerpos se debía a un ritual, aunque todavía se tienen que indagar las causas de su muerte o si existe relación entre ellos.

   "Al momento de disponerlos directamente sobre la tierra, los cuerpos de los fallecidos fueron "enlazados", de modo que húmeros y cúbitos (huesos de brazo) de un individuo, aparecen bajo los lumbares(correspondientes a la columna vertebral) de otro", explicaron en un comunicado desde el INAH.

   A algunos de los cuerpos enterrados les fueron ofrendados cajetes, cuencos, ollas y tecomates, unos pequeños y otros más grandes. Otros tenían esferas cerámicas y piedras en las manos.

   Jimena Rivera afirmó que el momento actual puede ser un momento muy importante para los estudios relacionados con el periodo preclásico en la Cuenca de México, igual que sucedió en las últimas décadas del siglo XX cuando se lograron grandes avances.