Actualizado 29/07/2009 02:37

RESUMEN 1-China y EEUU acuerdan pasos para paliar desequilibrios

(Actualiza tras fin del encuentro con comunicado, agrega detalles

Por David Lawder y Sue Pleming

WASHINGTON (Reuters/EP) - Estados Unidos y China acordaron el martes un amplio marco de cooperación para ayudar a sacar a la economía global de la recesión y forjar una alianza más cercana sobre temas medioambientales y políticos.

Sobre el final de la primera ronda del "Diálogo Estratégico y Económico", los dos países acordaron mantener sus planes de estímulo hasta que la recuperación de sus economías sea una certeza, firmaron un memorando sobre cambio climático y energía y renovaron su compromiso con el libre comercio.

"Hemos sentado los cimientos para una relación positiva, cooperativa y amplia para el siglo XXI", dijo la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, en una conferencia de prensa tras los dos días de encuentros.

Estados Unidos y China acordaron tomar medidas para reducir los desequilibrios en el comercio. Al tiempo que Washington se comprometió a impulsar la tasa de ahorro de su población, Pekín dijo que fomentará su consumo nacional.

"China buscará el equilibrio hacia un crecimiento liderado por la demanda doméstica e incrementará su cuota de consumo en el PIB (Producto Interno Bruto)", dijo el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, en un comunicado.

Pekín buscará ese equilibrio construyendo una red de seguridad más firme, mejorando la salud y las jubilaciones, e incrementando la ayuda a los pobres, dijo el Tesoro.

Por su parte, Estados Unidos "emprenderá medidas para sostener y reforzar" la evidencia reciente de alzas en las tasas del ahorro estadounidense y mejorará su balanza comercial con el resto del mundo, agregó. El país prometió reducir su déficit del presupuesto a un nivel más sostenible para el 2013.

Geithner consideró que los consumidores estadounidenses están aprendiendo la lección de la crisis y que la actual alza en la tasa de ahorros será duradera.

El lado estadounidense reafirmó su compromiso hacia una regulación y una supervisión más firme de su sistema financiero, mientras que China prometió tomar medidas para construir un sistema financiero nacional más basado en el mercado, incluyendo la apertura a más inversión extranjera.

Esto incluiría acelerar los esfuerzos para permitir la entrada de más firmas extranjeras de inversión de títulos y permitir que los bancos extranjeros suscriban bonos corporativos con las mismas condiciones que los bancos del país.

Las negociaciones incluyeron también un nuevo memorando de entendimiento firmado por las dos naciones para incrementar su cooperación en temas de energía, medio ambiente y cambio climático.

El acuerdo, que se basa en una promesa de cooperación previa, asegura el intercambio de información y tecnologías para ayudar a la transición a economías fuertemente dependientes del carbono.

Sin embargo, hubo pocos avances en precisar cómo los dos países alcanzarían esas metas. Estados Unidos evitó además referirse a temas espinosos como el tipo de cambio chino.

Pero Pekín sí adoptó un tono algo más firme al pedir a Estados Unidos cuidado con inundar los mercados globales con dólares mientras el mundo lucha por restablecer la estabilidad económica.

"Como un país emisor de la principal moneda de reserva del mundo, Estados Unidos debería equilibrar adecuadamente el impacto de la oferta de dólares en su economía y en la economía mundial", dijo el viceprimer ministro de China, Wang Qishan, sentado junto a Geithner.

China es el mayor acreedor de Estados Unidos, teniendo 802.000 millones de dólares en títulos del Tesoro al 31 de mayo, y Washington necesita que Pekín siga comprando su deuda para financiar un enorme déficit, que se estima alcance los 1,8 billones de dólares este año.

RELACIONES SENSIBLE

Las apuestas son altas para ambos países en el manejo de la relaciones diplomáticas y económicas sin problemas, como el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, destacó el lunes en la inauguración de las sesiones anuales.

"La relación entre Estados Unidos y China dará forma al siglo XXI, lo que la hace tan importante como cualquier relación bilateral en el mundo", dijo.

Pekín necesita acceso a los mercados de los consumidores estadounidenses mientras que Washington depende de que China siga ayudándolo a financiar el déficit entre el gasto del Gobierno y sus ingresos; y ambos necesitan impulsar el crecimiento económico para la generación de empleos.

Geithner, que lleva sólo seis meses en su cargo como jefe del Tesoro estadounidense, ya visitó Pekín para intentar tranquilizarlos acerca de que sus inversiones denominadas en dólares mantendrán su valor y que el déficit estadounidense será disminuido pronto.

Wang dijo el martes que Pekín ayudará a asegurar una recuperación de la crisis financiera, que dijo parecía haber acabado en gran medida, pero destacó las concesiones que quiere China.

"Trabajaremos para incrementar nuestras importaciones desde Estados Unidos. Esperamos que Estados Unidos relaje sus controles y restricciones sobre las exportaciones a China de sus productos de alta tecnología", sostuvo.

Wang afirmó posteriormente que Estados Unidos se comprometió a facilitar la exportación de bienes estadounidenses de alta tecnología a China.