Actualizado 25/05/2015 12:31

La Revolución del 25 de Mayo: la fecha que lo cambió todo en Argentina

Plaza de Mayo, Buenos Aires
Foto: PLAZA DE MAYO

MADRID, 25 May. (Notimérica) -

   La Revolución de Mayo de 1810 supuso un momento crucial en la historia de Argentina, ya que puso fin a la etapa de control del gobierno español del país.

   Los criollos -personas nacidas en los antiguos territorios españoles de América- se levantaron contra el virreinato español con el objetivo de conseguir una mayor participación política y económica en el país.

   El 25 de mayo, estos criollos se reunieron en la Plaza de la Victoria, en la actualidad conocida como Plaza de Mayo, en Buenos Aires, con el objetivo de destituir al virrey, Hidalgo de Cisneros y poder formar un gobierno propio. Idea que cristalizaría con la creación de la primera Junta Gubernativa del Río de la Plata.

   Argentina, que había sido colonia española desde 1776, se encontraba bajo un fuerte control por parte del virreinato. Los españoles controlaban todos los aspectos de la vida pública, política, el comercio internacional y la producción manufacturera.

   La situación se volvió insostenible, mientras que España mediaba en los intercambios comerciales, los ciudadanos argentinos atravesaban una situación de escasez y de lento crecimiento económico.

   El descontento de los ciudadanos llevó irremediablemente a los acontecimientos que se produjeron entre el 18 y el 25 de mayo, en Buenos Aires, que llevarían finalmente a la liberación del país.

ANTECEDENTES AL CONFLICTO.

   Las motivaciones internas que empujaron a la revolución fueron muy numerosas y partían del claro descontento de los criollos en el país. Durante la segunda mitad del siglo XVIII, el gobierno español emprendió una serie de reformas en sus colonias, para afianzar la posición económica y política de la corona española.

   Se incrementó la presión fiscal y aumentó el control de la producción. Además, el gobierno central pretendía llevar a cabo una mayor supervisión administrativa, impidiendo a los criollos formar parte de puestos importantes. A esto hay que añadirle la presión de los intelectuales, que se habían formado en Europa, y pedían libertad e igualdad para el país.

   De forma externa, hay que tener en cuenta que España también estaba viviendo una época de convulsión política y económica. Las Guerras Napoleónicas y la posterior invasión de España, llevaron al cuestionamiento de las colonias sobre la situación de su rey. "Si el rey está preso, ¿quién gobierna en las colonias?".

   Las invasiones inglesas, que se produjeron entre 1806 y 1807 incrementaron las tensiones en América que, en el caso de Buenos Aires, tuvo que defenderse de la invasión por si misma. Los argentinos descubrieron en este momento el poder que tenían y que también podían ejercer para su liberación.

LAS HUELLAS DE LA REVOLUCIÓN.

   En la actualidad, todavía están patentes las huellas que dejó la Revolución. En 2003, el Gobierno del país proclamó la necesidad de retomar los ideales que provocaron los acontecimientos de 1810: la independencia económica y política del país.

   En general, la mayor parte de las políticas que se llevaron a cabo buscaban reducir la deuda pública y mejorar su situación a nivel exterior.

   En relación a la soberanía política, las nuevas medidas del gobierno han buscado una mayor participación por parte de la ciudadanía y recordar que el concepto de 'patria' se debe construir a través de todos los miembros de la sociedad.