Actualizado 01/01/2016 12:53

Río de Janeiro da la bienvenida al año "que viene para quedarse"

   RÍO DE JANEIRO, 1 Ene. (Notimérica) -

   Los espectaculares fuegos artificiales en la playa de Copacabana han dado la bienvenida la noche de este jueves en Río de Janeiro al año olímpico, un año que "viene para quedarse"; según la última campaña institucional del Ayuntamiento para resaltar el legado que los Juegos Olímpicos dejarán en la ciudad.

   A pesar de que aún falta para que la llama olímpica encienda el pebetero en el estadio de Maracaná el próximo cinco de agosto, la ciudad ya empieza a contagiarse del ambiente olímpico, no tanto por el entusiasmo de los cariocas --más pendientes de la crisis económica y política que azota al país--, como por la cada vez más evidente presencia de las obras en la ciudad.

   Por el momento los atletas pueden estar tranquilos, ya que los trabajos que están más avanzados son precisamente los de las instalaciones deportivas, que están prácticamente terminadas: los estadios de tenis, balonmano, hockey y ciclismo Bmx ya han sido concluidos y el resto se encuentran a más del 90 por ciento.

   Los esfuerzos de los organizadores se centran ahora principalmente en el estadio de natación y en el velódromo, que en un principio sufrió grandes atrasos pero que en los últimos meses ha acelerado su construcción.

   En el centro de la ciudad el panorama es algo más complejo, debido a las obras del Veículo Leve sobre Trilhos (VLT), el nuevo tranvía que, con 28 kilómetros de recorrido, conectará el puerto de la ciudad, la estación de autobuses y el Aeropuerto Santos Dumont, entre otros puntos neurálgicos.

   Las obras avanzan a buen ritmo y está previsto que una de las líneas del tranvía entre en funcionamiento en abril, cuatro meses antes de las Olimpiadas, y otra en agosto, en plenos Juegos. Se espera también que el VLT ayude descongestionar el tráfico del centro, uno de los principales puntos negros de movilidad que afronta la ciudad.

   La otra gran infraestructura que las autoridades promocionan como parte del legado olímpico es la línea 4 del metro --que en realidad es la tercera línea de la ciudad-- que unirá la zona norte, el centro, y la zona sur a Barra de Tijuca, a través de 16 nuevos kilómetros de túneles.

   Es la obra que tiene un calendario más ajustado: el 83 por ciento del proyecto está terminado, pero aún falta excavar 700 metros y el gobernador del Estado, Luiz Fernando Pezão, aseguró recientemente que la obra sólo se terminará a tiempo si el Gobierno Federal autoriza ya el envío de 500 millones de reales (128 millones de dólares).