Actualizado 10/09/2009 19:01

El secuestrador del avión de Aeroméxico hizo pasar por bombas dos latas de refresco

MÉXICO D.F, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -

El boliviano que este miércoles secuestró el vuelo 576 de Aeroméxico para alertar de un terremoto y convocar nuevos fieles a la oración, José Marc Flores Pereira, hizo pasar por artefactos explosivos dos latas de refresco que llenó de tierra y adornó con luces.

Tras ser mostrado ante la prensa, Flores Pereira negó que llevase encima ningún "artefacto". "Eran dos latas de 'Jumex', las llené de tierra y les puse una lucecitas", dijo sonriente, antes de ser retirado, según unas breves declaraciones recogidas por los medios locales.

El secuestrador, un pastor que ha reconocido ser drogadicto y alcohólico, ejerce también como cantante de música evangélica y tiene incluso varios vídeos colgados en Internet, bajo el seudónimo de Josmar, de temas como 'Renacimiento' o 'Dile sí a la vida'. También aparecen testimonios en los que el detenido cuenta cómo vivió durante once años inmerso en el mundo de las drogas hasta que Jesucristo le rescató u otro vídeo en el que se identifica como un sicario y un francotirador.

El secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, explicó a la prensa que Flores, que ha negado pertenecer a ninguna secta, eligió el día de ayer por su simbología, al ser el día nueve del mes nueve del año 2009. El detenido confesó a los policías durante el interrogatorio que el Espíritu Santo le acompañaba en su misión, en la que al parecer trataba de alertar de un seísmo inminente.

LOS PASAJEROS NO SE ENTERARON

Ante las amenazas, y tras una hora y veinte minutos de vuelo, el avión que partía de Cancún aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México a las 13:40 (hora local). Una vez en tierra, la Policía rescató a las 104 personas que viajaban a bordo de la aeronave y detuvo a ocho presuntos secuestradores, aunque apuntaban al ciudadano boliviano como principal responsable de lo ocurrido.

La aerolínea mostró en un comunicado su "amplio reconocimiento" a los miembros de la tripulación del vuelo AM576 y aseguró que gracias a "la pericia" de estos trabajadores, que actuaron "con sensibilidad, responsabilidad y con estricto apego al manual de procedimientos, los pasajeros no se enteraron del suceso hasta después de aterrizar".