Actualizado 07/04/2015 19:25

Seis activistas de Greenpeace abordan un petrolero que se dirigía al Ártico

Greenpeace Ártico
Foto: TWITTER/GREENPEACE

NUEVA YORK, 7 Abr. (Reuters/Notimérica) -

   Seis activistas del grupo ecologista Greenpeace han abordado este lunes en medio del océano Pacífico, a unos 1.207 kilómetros al noroeste de Hawái, una plataforma petrolífera de Royal Dutch Shell que navegaba con destino al Ártico, según ha informado la propia organización.

   El grupo ha indicado en un comunicado que su equipo había ocupado la parte inferior de la cubierta del Polar Pioneer y planeaba desplegar una pancarta con los nombres de millones de personas que se oponen a las perforaciones en el Ártico, añadiendo que esto no interferiría con la navegación del navío.

   "Estamos aquí para resaltar que en menos de 100 días Shell va a hacer perforaciones petrolíferas en el Ártico", ha indicado el activista de 32 años Johno Smith, una de las seis personas que abordaron el Blue Marlin, el barco que transporta la plataforma, en el comunicado.

   "Las acciones de Shell son explotar el deshielo para aumentar una catástrofe causada por el hombre. El cambio climático es real", ha agregado Smith.

   Las imágenes publicadas por Greenpeace han mostrado a los activistas empleando equipo de montañismo para subir desde un barco inflable hasta el Blue Marlin, un barco de carga pesada que remolca el Pioneer, una de las dos plataformas de perforación que se dirigen a la región.

   Shell ha manifestado en otro comunicado que se había reunido con varios grupos en contra de las perforaciones en las costas de Alaska y "respetaba su visión", pero ha condenado el abordaje.

   "Podemos confirmar que los manifestantes de Greenpeace han abordado ilegalmente el Polar Pioneer, bajo contrato de Shell, amenazando no sólo la seguridad de la tripulación a bordo, sino la suya propia", ha indicado Shell.

   El abordaje tiene lugar días después de que el Departamento del Interior de Estados Unidos confirmara la venta en 2008 de un arrendamiento en el mar de Chukchi, en Alaska. Esto facilita a Shell retomar la explotación de gas y petróleo en el Ártico desde los percances que sufrió en 2012.

   Muchos grupos de defensa del medioambiente se oponen a las perforaciones en las costas árticas, asegurando que una vez comience la producción todo vertido de petróleo será extremadamente difícil de limpiar.

   Los intereses de la industria petrolera apuntan a que el Ártico será importante para la seguridad energética del país en las próximas décadas, cuando se espera que la producción de las formaciones de esquisto disminuya.